Diario del Estado de Alarma (Día 76): El segundo sobrero
Análisis de la situación nacional y de la Tauromaquia
El primer problema de los españoles comienza a ser la política y sus espadas, los políticos. Lejos de ser la solución de los problemas, se han convertido en el primer problema a solucionar. Con un presente y futuro de paro y pobreza histórica, más de 43.000 muertos, la salud en precario, los sanitarios con la lengua fuera, esta muchachada ha convertido el Parlamento en un basurero moral y formal. Debajo de su escombrera andan los problemas de los españoles y sobre esos escombros se expresan, se insultan, se agreden como gentuza, pensando siempre en las próximas Elecciones y no en las próximas generaciones. Son los imprescindibles prescindibles. El segundo sobrero, el que nadie quiere, el corraleado.
Congreso, dícese de la empresa propiedad de los españoles dedicada a la gestión de sus necesidades con una dotación de casi 90.000.000 de euros. La han dotado de lo mejor en recursos. Un trabajador de esa empresa, uno de esos 350 parlamentarios desconocidos, tiene un sueldo, sumando complementos, de entre 5.500 y 6.000 euros al mes. Mientras Hacienda no permite a una empresa u autónomo desgravar la mayor parte de sus gastos, sus señorías los tienen no tributables: casi 1.000 si el empleado de la empresa Congreso es de Madrid y unos 1.850 si es de fuera de Madrid.
‘Congreso, dícese de una empresa propiedad de los españoles cuyos empleados se han dotado de los mejores sueldos, prebendas, ventajas fiscales y el mejor y más privilegiado desempleo y jubilación’
Congreso, dícese de una empresa propiedad de los españoles cuyos empleados se han dotado de los mejores sueldos, prebendas, ventajas fiscales y el mejor y más privilegiado desempleo y jubilación. Para cobrar la jubilación máxima, un español dueño de la empresa llamada Congreso, ha de cotizar el máximo durante 40 años y no retirarse hasta los 65. A uno de nuestros empleados parlamentarios, le pagamos, mínimo, un subsidio de desempleo de más de 3.000 euros. No existe mayor paradoja y/o estupidez que la de un empresario (el español) en manos de sus trabajadores (parlamentarios) cuya vejez vaya a ser económicamente más trabajosa que la de su empleado.
La mayor y más obscena de las mentiras no es que no había mula en el Belén o que un día la tierra era Plana. No. Esas mentiras las arregla la historia. La mentira madre es que la política no es un negocio. Es el mejor negocio de este país. Y tiene un mercado de trabajo absolutamente catatónico. Diría que epiléptico. Una de nuestras empleadas de nuestra empresa Congreso, Adriana Lastra, sin formación ni currículo alguno, quizá podría aspirar, en el mercado laboral real, a alcanzar unos ingresos inferiores a los 2.000 euros al final de su vida activa. Sus ingresos mensuales superan ya los 6.000 euros.
‘El Comité para la reconstrucción social y económica de España en esta peste, está compuesto por dos diputados con la EGB terminada, cinco titulados en derecho y ninguno con experiencia alguna en un trabajo que no sea la política’
Lo mismo reza para la mayoría de nuestros empleados. Sin currículo. Un título pelado o mangado o falso. En nuestra empresa hay un 30% de empleados de gran trayectoria profesional y gestora, que, paradójicamente, ocupan los puestos menos relevantes. El Comité para la reconstrucción social y económica de Españaen esta peste, está compuesto por dos diputados con la EGB terminada, cinco titulados en derecho y ninguno con experiencia alguna en un trabajo que no sea la política. Concluyéndose dos cosas: que para llegar a ser ejecutivo de la empresa Congreso no hace falta estudiar, sino medrar y que se puede ser su Director General copiando el examen.
Antes, a la política llegaba gente formada y con un gran currículo y ofertas en mercado laboral. La mayoría de sus señorías apenas tienen una formación universitaria o no tienen ninguna y su currículo laboral es peor que el de un becario. No se accede a cargo político por mérito individual laboral o de formación, basta con haber medrado en un partido. Este viernes el toreo se la juega en una Comisión. La Permanente de Cultura, cuyo presidente es titulado médico especialista en Medicina Interna, consta de 50 miembros. Cincuenta. El Parlamento tiene 21 Comisiones permanentes legislativas, 8 permanentes no legislativas, 5 no Permanentes y 7 Mixtas. Una Comisión es algo que hacen nuestros empleados de radicalidad inútil en inservible que no sirva para nada excepto para sus peleas internas, sus cazas de brujas inútiles.
‘Queda demostrado que los españoles somos víctimas de una empresa llamada Congreso, de muy alto coste y nula eficiencia’
Una consultora norteamericana mostró una encuesta que concluía que el 80% de las cuestiones de las que se hablan, tratan, debate, por las que se agreden, insultan y se retan de forma macarra nuestros empleados políticos, no forman parte de los problemas del país, sino de sus problemas para ser elegidos. Concluía también en que hasta el mejor de nuestros empleados corre el riesgo de contaminarse hasta quedar convertido en un pésimo empleado. Puede ser, la carrera de capacidad y tolerancia de Marlaska derivada de su pertenencia a dos colectivos ha sido a la inversa. De tal manera que podría ser un peligro para gays y jueces.
Queda demostrado que los españoles somos víctimas de una empresa llamada Congreso, de muy alto coste y nula eficiencia. No tenemos ni Presupuestos, excepto los de costes, para que cobren. No solucionan los problemas, los crean: no les vale su cainismo, han de trasladarlo a la calle. Debaten lo que no nos importa. O acaso creen que fuera del Congreso de los políticos existe de verdad un interés social en contra de la Tauromaquia.
PD: Si los españoles decidieran recortar a sus empleados el sueldo al 50%, la política podría recuperar gran parte de su calidad.
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