Diario del Estado de Alarma (Día 66): Cayetano y ‘Cayetanos’
Análisis de la situación nacional y de la Tauromaquia
A Echenique punto y coma Pablo, no le gusta el nombre de Cayetano. Los que protestan con caceroladas son pijos y fachas. Echenique es una metamorfosis más de agitador de aula teórico trocado en el insecto de Kafka, pero a la inversa. Echenique fabrica innumerables insectos Gregor Samsa. Las fabricó en las aulas que dejó el Estado en manos de una libertad de enseñanza que consistía en enseñar lo que cada interés partidista le vino en gana. Sus cachorros de Podemos censuraron un curso sobre Tauromaquia en la USAL de Salamanca. Al mismo tiempo que abanderaban la libertad de cátedra recordado a Unamuno y a Astray, se impedía la libre expresión. Esta es la idea de libertad de los fascismos más cutres. Te llamas Cayetano, eres facha. Evidente. Respecto a un Cayetano: torero, lo estás bordando.
Hay quien ha elegido la exposición continuada en estos días y, entre ellos Cayetano punto y coma Rivera Ordóñez. Rivera por Paquirri, oriundo de las gentes que fabrican el mar pescando a lomos de barcas y de madrugadas de trabajo de sal y sol. Ordónez, que rima con Orson Welles y Hemingway. Rima entonces por sangre con Cayetano. Echenique rima con lo que rima. Con Ábalos y Lastra. Qué diferencia, ¿no? Pues de ahí el odio. Por no poder rimar más que con lo cutre. Es decir, rimar con la demagogia recurrente de quien teoriza con un molotov, como Iglesias, pero que saben que ni lo van a hacer, ni mucho menos a arrojar. A las barricadas, pero que vayan otros. Al pitón contrario, pero que vaya otro.
‘Ser amenazado es a veces una medalla. Turbia, dura, cruel, jodida y brutal medalla. Es otra cornada. Una que no da el toro. Pero también vierte sangre’
Vamos con los/el Cayetano. Este torero de tardía aparición en los ruedos, es de esos de raza en la sangre. Raza. Sangre. Facha. Todo eso le rima en su mente molotov a Echenique. Nunca comprenderé como a este país tan sufrido por guerras entre hermanos, entre raza y raza, sangre y sangre de las mismas venas, puede hacer caso a gentes que usan palabras graves en nuestras heridas, como fascista, nazi. Siempre he dicho que si alguien a pocos metros de mí me llama eso, le busco la boca. Y me da igual el después. El sentido de la irresponsabilidad y la barbarie, la falta de respeto a quienes saben y sabemos qué es el fascismo no se salda con un twitter, sino con un meco a mano abierta. En la jeta, claro. Por tonto. Nada grave, sonora pero suave.
Esos insultos, amenazas de muerte, estructuradas, dirigidas, día a día, a Cayetano cada vez que se manifiesta a favor de la Tauromaquia es una vergüenza del tamaño de este país. Si uno llama asesino a uno del otro lado ideológico, cae sobre él el peso de la justicia. Como ha de ser. Pero del otro sentido también, Echenique, Iglesias. Tan dados los teóricos del hablar, sin haber cogido en la mano una pala, un pico, un volante con taxímetro, una silla de oficina, un nada que sea producir, trabajar, dar trabajo, creen que el insulto, la falta de respeto, la ocurrencia de mal estudiante, es aval de gobierno. Porque es aval del frentismo del que viven. Rico/pobre. Facha/progre. Cayetano/Pablo.
‘Den un paso al frente y digan basta a quien amenaza de muerte a un Cayetano, a todos los Cayetanos. Den un paso al frente y logren para un torero la misma justicia. Porque, es cierto, Iglesias, la justicia no es igual para todos’
No tienen el coraje ni la lealtad con la igualdad de trato y de derechos. Son vividores del guerracivilismo, apuntados al negocio del guerracivilismo, alimentadores del guerravicilismo. Den un paso al frente y digan basta a quien amenaza de muerte a un Cayetano, a todos los Cayetanos. Den un paso al frente y logren para un torero la misma justicia. Porque, es cierto, Iglesias, la justicia no es igual para todos. Que nos lo digan a nosotros, la gente del toro. Que se lo digan a Cayetano Rivera Ordóñez.
Tiene temple y sangre fría este torero de edad madura, que ya sabe que es la vida, que rima con sangre y con esas cosas que las teorías de los molotov no enseñan. Cayetano, los toreros, son prácticos de trinchera y barricada todas las tardes de sus paseíllos. Dar el paseo, así le decían cuando, en un bando u otro, se llevaban a él o ella para darle bala. Que haya gente, y que haya gente en el Gobierno de un país de paseos que se lucre, viva, y se mantenga del guerracivilismo, del acabar con el otro, de incitar al frentismo, es una vergüenza irreparable. Una náusea.
Animo los toreros a ser Cayetano. Porque mucho me temo que vamos a necesitar de la exposición sincera y valiente, más allá de donar un capote, que una cosa no quita la otra. Es hora de exponerse cueste lo que cueste, de dar la cara sin poner la otra mejilla. Creo que Cayetano es ejemplo en esto de dar la cara. Es popular, tiene pegada en lo social y se la juega. Juega el rol que le corresponde como hombre al que los medios miran fijamente. Ser amenazado es a veces una medalla. Turbia, dura, cruel, jodida y brutal medalla. Es otra cornada. Una que no da el toro. Pero también vierte sangre.
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