Diario del Estado de Alarma (Día 70): ‘Fernández Vara y García-Page: el PSOE aún existe’

Análisis de la situación nacional y de la Tauromaquia.

Los aplausos de las ocho ya caducaron, queda de ellos el eco olvidado de los que se jugaron las tripas manufacturando con bolsas de basura sus defensas. Sanitarios. Ahora hay protestas en su lugar. No seré yo quien vaya en contra de ellas aunque hayamos de cumplir las normas “sanitario/políticas”. Pero las cacerolas han devorado a los aplausos, como Saturno a sus hijos. Como el Gobierno devora al toreo. Pero, no es una profecía sino sólo una rima básica, al tiempo, asistimos al PSOE devorando al propio PSOE.

No me cansaré de repetir que el toreo, la Tauromaquia, jamás se decidió por una opción política o por un régimen político alguno. Quien diga eso, no solo miente sino que escupe sobre siglos de historia, la revisa y la reinventa. A la vuelta de cada esquina de cada época, el toreo ha sido la diana de papas, reyes, dictaduras , monarquías. Los Reyes Católicos llegaron a ordenar la prohibición de corridas en Sevilla en abril de 1490. Felipe V las prohibió en Madrid desde 1704 hasta 1725. Pío V llegó a condenar con la excomulgación a quien organizara o asistiera a corridas en 1567. Carlos III, Carlos IV…

En la “dictablanda” de Primo de Rivera se impusieron dos cosas que debieron haber terminado con el toreo, el peto (el toreo ha muerto, dijeron) y la prohibición de la entrada a los niños a presencia una corrida, cuestión jamás anulada ni siquiera con el Gobierno de Franco. Sucedió que la norma no se cumplía. Y, frente a esta realidad, la gran incultura, el desconocimiento y la mentira reiterada en las últimas décadas: somos una actividad de dictaduras, retrógrados, de monarquías avejentadas.

Si el toreo ha sobrevivido siglos en un país tan dado a la sangre caliente, a la ira de navaja, al gatillo fácil ha sido porque jamás militó acá o allá

Si el toreo ha sobrevivido siglos en un país tan dado a la sangre caliente, a la ira de navaja, al gatillo fácil (desde las Guerras Celtiberias hasta la del 36 nos hemos matado entre nosotros, en distintos regímenes y por diferentes ideas en más de 30 conflictos civiles) ha sido porque jamás militó acá o allá. Y a cada prohibición, salió con mas fuerza. La historia es la que señala con el dedo que pasos dimos y todos los pasos fueron del pueblo. Escuchar a políticos electos como Echenique, Iglesias, u otros decir que somos un espectáculo cruel de sotanas, de Borbones y de fascistas, además de mentira, es una barbaridad histórica.

El debut Borbón en España fue con Felipe V prohibiendo esos festejos a caballo con el toro. La nobleza, los poderosos, tragaron, pero el pueblo hizo suyo el toreo para hacer la corrida a pie. ¿Los curas? Hasta papas en contra. ¿Dictaduras? Primo de Rivera apoyó las peticiones animalistas con el peto: inventamos el temple. Franco jamás apoyó, subvencionó o desarrolló el toreo. Y, en democracia, nunca se apoyó, se pidió el voto o se amparó en un partido u otro. Jamás es nunca. El jardín de una sigla, de un color, de un partido, siempre nos estuvo vetado por nuestra propia inteligencia. Por eso somos hemos durado lo que dura la Historia.

Hubimos de ofrecer a los mejores de los nuestros, Paquirri, Yiyo, para que la sociedad de la nueva democracia nos viera como lo que somos. Arte pagada con sangre y dolor, el arte mas puro. Cuando llegó el PSOE al poder, lejos de desaparecer, gozamos de afecto y apego de los socialistas históricos, afines a la Tauromaquia por afines al arte a la cultura y a la tolerancia. Nunca el PSOE fue un enemigo. Nunca la derecha nos regaló nada. Recuerdo que fue una Iniciativa Legislativa Popular, una ILP, el pueblo, quien nos hizo Bien de Interés Cultural.

Cada vez soy mas consciente de que el toreo marca la pauta y la señal del devenir de España. José Ortega y Gasset nos dejó esa lapidaria sentencia. Somos la bola de cristal para ver hacia donde se dirige el país. Y, el tiempo lo dirá, se dirige a un país sin el PSOE.

Nunca entramos en la tierra desagradable, agreste, fea y ahora frentista de la política. Fue la política quien comenzó a usarnos. Primero los nacionalistas/separatistas catalanes que nos prohibieron como primer gesto de independencia frente al Estado. Y ahí comenzó en PSOE a declararse enemigo, permitiendo su prohibición. En un quehacer de palo y zanahoria, nos pasaron a Cultura jurando en ley amor eterno y defensa, pero no apoyaron la ILP. ¿Razón ¿Para no coincidir con su rival, el PP. Ese frentismo guerracivilista de nuevo, esa ira contra el rival como si fuera la otra trinchera es la que nos ha usado políticamente.

Se nos acusa de haber “creado” a VOX, cuando a este partido, como a Podemos, lo crea la corrupción, el separatismo y el hambre en crisis de 2008. No hemos creado nada y lo hemos sufrido todo y a todos. Ahora somos la moneda de cambio para el uso del pacto con el populismo “ progresista”. Reniega el PSOE de lo que dijo, de lo que firmó, de lo que prometió con una desvergüenza impropia de este partido. Se desdice de Tierno Galván, de Enrique Múgica, de tantos y tatos hombres del PSOE de gran tamaño. Fueron ellos los que sufrieron la dictadura y los que crearon al PSOE.

Cada vez soy mas consciente de que el toreo marca la pauta y la señal del devenir de España. José Ortega y Gasset nos dejó esa lapidaria sentencia. Somos la bola de cristal para ver hacia donde se dirige el país. Y, el tiempo lo dirá, se dirige a un país sin el PSOE. Porque el PSOE es hoy Saturno devorando, no a sus hijos, sino a sus mayores, a su pasado más reciente. Saturno se comía a sus hijos, no fuera a que un día le quitaran el trono. Pedro Sánchez siente la necesidad de devorar el talento por miedo a ser enano en comparación y referencia y su trono se vea como es: pura simpleza por el poder.

Que el PSOE está devorando al PSOE lo saben los socialistas leales al socialismo. Puede que en el Gobierno haya alguno aún. Hay dos que, al ser fuertes por ellos mismos, Fernández Vara y García-Page, tienen valor y libertad para no caer en la vulgaridad del poder a toda costa. Ellos son el PSOE. Lo que queda del PSOE sin ser devorado.