Diario del Estado de Alarma (Día 75): ´Fabricando balas’
Análisis de la situación nacional y de la Tauromaquia
Desaconsejo lo que hoy llaman periodismo, a la vez que animo al oficio del periodista. Que es como desaconsejar tomar el veneno del toreo y animar a su defensa a bocados. Tanto como desaconsejar enamorarse y alimentar al mismo verbo. Puede que sean contradicciones, pero los dos lados de cada una de ellas tienen su coherencia para desearlas y rechazarlas. No hay oficio más distinguido que el del periodismo y sin embargo, animo a los estómagos que deseen comer de ese oficio que se dediquen a la banca. Porque, leyendo depende qué medios, la misma cosa es blanca y/o es negra, como el informe de la Guardia Civil encargado por una jueza. No está tan mal el periodismo de toros.
Miro con cierta lástima a quienes ocupan silla en un aula de periodismo. Los “preparan” para una irrealidad. Habrían de prepararlos para trabajar en una trinchera o en otra. Jamás hubo tal radical separación de titulares, de análisis, de conclusiones sobre un mismo suceso neutro. Un informe de la Guardia Civil, sobre lo que sea, es neutro, dice lo que dice. Pero para una prensa dice ‘hola’ y para la otra prensa dice ‘adiós’. Este periodismo de hoy es sólo la portavocía de la verdad de cada trinchera de una política que es tan prescindible como decadente. Nada han aprendido los bandos de esta peste. Salen de ella mejor armados, con más ganas de pelea, como buscando más muertos que poner encima de los muertos de peste.
‘Un informe de la Guardia Civil, sobre lo que sea, es neutro, dice lo que dice. Pero para una prensa dice ‘hola’ y para la otra prensa dice ‘adiós’. Este periodismo de hoy es sólo la portavocía de la verdad de cada trinchera de una política que es tan prescindible como decadente’
Saber la verdad es un absurdo, porque ni interesa ni sucede. Interesa la verdad de cada cual para arrojarla al otro, que, a su vez, arroja la suya. Sucede que el suceso no es para el periodismo, para el periodismo sólo es si es posible fabricar con el suceso una bala. La pistola es el medio. El gatillo es nuestro ADN. No interesa el suceso de pertenecer, de forma objetiva, a la Cultura, como hecho de realidad legal articulada. El toreo es ese suceso objetivo. Eso sería lo importante. Pero para tanta prensa, para tanta política, lo importante es que con el toreo también se fabrican balas.
Estamos fabricando balas. No exagero si digo que la ausencia de inteligencia, de sentido de la responsabilidad, y, por tanto, la ausencia de talento, han convertido a medios, partidos, voces, portavoces, es una gran fábrica de balas. Cuidado que las balas tienen querencia a encontrar pistola. No encuentro lugar donde la crispación no aflore ni rincón en donde no se alimente a la ira. Cine contra toros, El País sobre El Mundo, una tele frente a otra, dos bancadas enfrentadas en una tele, Lastra contra Abascal, a ladrido abierto, a mordisco cerrado. Fauces. Cada bando contrata al sicario, al matón, si es mujer, mejor porque mata más y con más derecho a tirar bala.
‘No interesa el suceso de pertenecer, de forma objetiva, a la Cultura, como hecho de realidad legal articulada. El toreo es ese suceso objetivo. Eso sería lo importante. Pero para tanta prensa, para tanta política, lo importante es que con el toreo también se fabrican balas’
Luego está la paga. Los sicarios no son de a gratis. Incluso la paga que amanse a una posible rebeldía. Ni idea sobre el informe de la Guardia Civil, pero si preguntado por un suceso, sustitución, dimisión o lo que sea, la respuesta es que la paga de las fuerzas de seguridad, se igualan, es que algo se está pagando con esa paga. Pero da igual porque da lo mismo. La paga era lo que me daba mi madre el domingo, siempre el domingo, para la semana. Con ella juntaba y al no llegar, el de la librería me fiaba un tanto para Dickens o Salgari. Que quiénes son éstos, no tiene importancia tampoco. No sirven para fabricar bala.
Puede que Uribes, Ministro de Cultura y Deportes, dé la paga el viernes al toreo. Pan y circo. Con la paga es otra cosa. La paga, aunque sea tarde y sea menor y sea en lunes y no en domingo, es paga. Y, que tendrán las pagas, que tanto amansan a las fieras. No hay nada como mencionar la palabra “paga” para detener al de enfrente. Para regresarlo al redil, para la obediencia de fin de mes. Claro, Ya desconocemos la palabra “pagar”. Significa dar lo que debe. Significaba. Ahora significa domesticar, amansar, pócima contra el rebelde. La paga y sicario. Sí. Hemos aprendido mucho de la peste. La memoria humana cabe en los días de cuarentena.
Pero ya queda menos para la nueva normalidad. Intuyo que en ella hay gente que hará de la novedad algo que rime con nuevo, como bueno. Y en toreo hay gente buena. Sin remedio, pero buena gente. Nosotros no fabricamos balas.
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