Diario del Estado de Alarma (Día 100): ‘Fin al estado de alarma, nos vemos en Madrid’

Análisis de la situación actual y de la Tauromaquia.

Hace días en Salamanca, comenzaba un movimiento de unas gentes poco dadas al ruido o a la protesta. Gentes que usamos las calles y las vías públicas para caminar a favor de querencia de una plaza de toros. Gentes que usan las calles para soltar los toros y correr encierros.

Sin embargo, hoy, y durante muchos días, hemos usado la calle para hacer visible a todo el país nuestra irrenunciable lucha por una querencia de siglos: la de los derechos legítimos de la Tauromaquia.

‘Basta de decirle al pueblo español que somos le gente de las cavernas, la vergüenza del progreso y la Cultura. Nosotros somos el progreso. Nosotros somos la Cultura‘

Nuestro comportamiento de tolerancia y sacrificio, que fue siempre poner la otra mejilla tras cada insulto, agresión, acusación, persecución o ninguneo, ha hecho pensar que las gentes de la Tauromaquia tenemos nuestros sueños congelados. Que nuestras ilusiones han muerto.  Pensaban que un mundo de valientes era, sin embargo, un mundo de cobardes. Se equivocaron.

 Hemos dicho basta. Basta al incumplimiento de las leyes y de la Constitución que nos ampara. Basta del trato de ciudadanos de segunda. Basta de ponernos el crotal infame de los maltatadores y asesinos.   

Basta de decirle al pueblo español que somos le gente de las cavernas, la vergüenza del progreso y la Cultura.

Nosotros somos el progreso. Nosotros somos la Cultura.

Somos progreso y Cultura, porque somos la gente de la tierra trabajada a mano y con el alma del sudor. En la tierra del campo nace este mundo que arraiga, que sostiene, que lucha contra la España abandonada. Venimos de y somos la España que da de comer a la otra España urbana, y también la España que alimenta el alma con su Cultura.

Hemos ocupado las calles para decirle a la sociedad española y a cada gobernante de cada pueblo, con toda humildad, pero todo nuestro carácter, que ya no podemos dar más.

Ya hemos dado ya todo. Porque aquí se da hasta la vida. Pueden negarnos el pan y la sal, pero con cada becerro que nace, con cada adolescente que desea ser torero, con cada hombre o mujer que sale al toro de las calles, con cada aficionado, nosotros fabricamos nuestro pan y nuestra sal. 

‘No hemos salido a las calles a pedir. No hemos salido a las calles a mirar desde abajo. Salimos a mirar a cada español, a cada gobernante a los ojos para exigir dignidad, respeto y libertad‘

Pero no podemos dar más mas allá de la propia vida. No podemos entregar nuestra dignidad. No podemos permitir que nos roben el respeto. El respeto y la dignidad es lo que nos hace saber que somos libres. Y lo único que no se devuelve cuando lo quitan, es el respeto. Respeto a la ley de Patrimonio Cultural amparada por la Constitución. Respeto al campo bravo como el más grande agente ecológico de la historia de España.

Ya lo hemos dado todo. Tanto hemos dado, que las leyes han permitido que no podamos enterrar con dignidad a nuestros muertos pues antes de hacerlo, se incita al odio deseando al muerto una muerte cruel. Una muerte humillante. Son los mismos que quieren usar una goma de borrar para eliminar de pasado y presente todo lo que la Tauromaquia ha dado a este país.

Ya lo hemos dado todo. No nos pueden pedir que demos más. Al contrario, este país tiene el deber y la obligación de devolvernos lo que es legítimamente nuestro. No hemos salido a las calles a pedir. No hemos salido a las calles a mirar desde abajo. Salimos a mirar a cada español, a cada gobernante a los ojos para exigir dignidad, respeto y libertad.

Seguiremos en las calles de forma ordenada, de forma cívica, seguiremos siendo leales con este país y sus gentes. Solo queremos lo que es nuestro por pleno derecho.

Viva siempre la Tauromaquia.