Diario del Estado de Alarma (Día 4) Europa es Chenel
Análisis de la situación nacional y de la Tauromaquia
Dice la leyenda de los griegos que un toro ensabanado, quizá como el toro blanco de Antoñete, fue la forma elegida por Zeus para raptar a la bella Europa, hija del rey de Fenicia. Un toro ensabanado es Europa. Europa nace en el sur porque todo nace y todo muere en el sur: no hay arte, ni gramática ni ley que no nazca y muera en el sur. Tanto es el Sur que Julio Cortázar bendijo la maldad legendaria del Minotauro para convertirlo en benevolencia humana en su obra “Los Reyes”, y coloca a Teseo, su asesino, en villano. A propósito de Córtazar, os cuento un secreto.
Una de mis razones para haberme dedicado a esta vaina de los toros fue leer eso que escribió desde México, al ver las corridas, esta maravillosa visión del toreo: Se podrá hablar un día entero de la decadencia de la Tauromaquia, de lo mucho que hay de malo, de las famosas homilías sobre la crueldad, etc…, pero hay algo que queda en pie y es la hora de la verdad, es ese momento en que toro y torero están solos, y toda plaza guarda silencio hasta el minuto perfecto de torear ceñido, y los ‘olé’ que festejan sucintamente cada cita y cada pase’.
Se podrá hablar un día entero de la decadencia de la Tauromaquia, de lo mucho que hay de malo, de las famosas homilías sobre la crueldad, etc…, pero hay algo que queda en pie y es la hora de la verdad, es ese momento en que toro y torero están solos
El Minotauro y Europa y la hora de la verdad. Estamos ante una nueva histórica hora de la verdad, pero sin saber que es Europa ni el Minotauro. Por eso esta peste nos pilla con el paso cambiado. ¿Europa? Alejandro Magno. Carlomagno. Carlos I. Napoleón. Bismarck. Hitler. Imperios. Siempre esa tendencia a la unidad por sometimiento. Un día acuñamos un euro y eso resultó ser Europa. Una moneda extraña, más extraña que el Minotauro, envuelta en el papel de regalo de una unión de países y de un mercado único y libre, que, en su primer test con la crisis financiera, fue una Europa falsa en la que el Sur, el toro ensabanado, se achicó más. Llega la segunda gran crisis, la peste, y Europa es un montón de países actuando de forma distinta. Europa es una moneda y no todos tenemos la misma cantidad de esa moneda.
¿Euroescéptico? Al contrario. Soy del toro ensabanado de Antoñete, soy, por tanto descendiente de Europa. Nosotros somos los europeos porque somos ese reducto de extraña y salvaje pureza de la cultura y el humanismo que nació cuando Zeus eligió se toro ensabanado para raptar a Europa luego de haberse enamorado. No es una cuestión de cuento o leyenda sino una cuestión de raíces, de origen. No es por azar que los populismos doctrinarios de la nueva política se alineen con el “modelo social” de países vikingos: Finlandia entre ellos, el platónico ecosistema de Podemos, el feminismo y demás novismos. Vaya. Mi España, del Sur, tan machista: una tasa de feminicidio del 2,81%. Finlandia. Tasa de muertes por la misma “violencia de género” del 9,35%.
Mucho me temo que el camino de la peste fue allanado por la apisonadora de la posverdad. Ya sabéis, la mentira que de tan pregonada en medios y en la calle, se admite como verdad. Había que terminar con el país cavernario que somos y ser mas finlandeses. Eso reiteró Pablo Iglesias y su señora Esposa Irene Montero: el objetivo es tener un modelo social como el de Finlandia y Noruega (tasa de feminicidio del 3.9%). Una nueva raza limpia, ordenada, nevada, blanca, pura, alineada, ordenada, unificada. Pero el toro ensabanado dijo que un carajo. Mientras todo esto sucede y sucedía, mientras el desprecio por todo lo que significa ser el Sur (liturgia, cultura, diversidad de opinión, tradición, raíces, toro ensabanado, ecología, tierra, caza, pesca, caca, culo, pis y poesía) les daba igual a la mayoría, el toro blanco de Antoñete se rebelaba.
No queda otra que ser toro. Serlo incluso para seguir siendo Europa, que fue Zeus, que es toro ensabanado que sobrevive a pandemias, globalidad cultural y posverdad en tiempos de pánico.
Se rebela con él Cortazar, Mario Bellat, Vain, D H Lawrence, Roberto Bolaño, García Márquez, Vargas Llosa, Jean Kerouac, Malcom Lowry, B Traven, Antoni Artaud, Andre Breton, Carlos Fuentes, Aldous Huxley, Julio Cortázar, Willian Burroughs, Jean Marie G Le Clezio, Juan Gelman, Remedios Varo, Zach Condon, Rene Redzepi, H G Wells, Aldecoa, Alan Riding…todos aquellos que incluso a veces siendo del Norte amaron la cultura del Sur, de sus raíces y alertaron de una u otra forma, con el talento de los grandes, que la globalización no consiste en anular al Sur, en prohibir al Sur, a su cultura original, milenaria, natural, humanística. La cultura del Sur no es la de esta globalización con su animalismo que, tan pagada de si mismo, se humilla ahora ante la peste. ¿Dónde están hoy los bienestaristas que clamaban al cielo por que hacíamos vacunas luego de probarlas con animales?. Hijos de su rechingada madre.
No queda otra que ser toro. Serlo incluso para seguir siendo Europa, que fue Zeus, que es toro ensabanado que sobrevive a pandemias, globalidad cultural y posverdad en tiempos de pánico. Ánimo. Somos fuertes. Recordad a Chenel y a ese toro blanco y la vida no será tan oscura ni siquiera en estos días.
Mañana os recomiendo libros.
PD. Pero ¿quién cojones quiere ser finlandés?
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