Seis ovaciones en una tarde de detalles en Sevilla (Feria de Abril)
Pinceladas de Morante de la Puebla, Perera y Javier Jiménez, sin acabar de redondear.
Morante de la Puebla saludó una ovación tras pasaportar al primero de García Jiménez, un toro frente al que dejó apuntes con el capote en un ramillete de verónicas de salida y un quite por tafalleras posterior. A partir de ahí, el sevillano se econtró sin toro, justo en todo, muy soso, sin transmisión y deslucido. No pasó ninguna vez. Lo mejor de la actuación del sevillano fue la gran estocada con la que conluyó su actuación.
Una oreja perdió Morante frente al cuarto con la espada. Fue éste un toro bien hecho y aunque le faltó ímpetu, atesoró calidad y nobleza. Hubo momento en los que el sevillano toreó largo y muy relajado, sobre todo con la izquierda. Entró a matar en los medios de la plaza. Un pinchazo, media estocada y un descabello, impidieron que cortara un apéndice. Faena de corte artístico, dejando detalles de torería de muchos quilates. Recogió una sonora ovación.
El segundo lució el hierro de Peña de Francia, fue un toro que enseñó mucho la cara, ofensivo por delante y que desde los primeros compases mostró su mansedumbre. Rajado por completo, cuando sintió el hierro, huyó. Desde el primer muletazo, el toro buscó las tablas y no le dio opciones pese a que el extremeño le dio siempre los adentros. Imposible.
El quinto sirvió. Un buen toro de la Casa Matilla. Bien Perera con el capote, toreando con verónicas de mucha enjundia. Bien en banderillas Javier Ambel, que se desmonteró. Faena intermitente, sin terminar de levantar el vuelo, alternando momentos de mucho nivel, con otros que tuvieron menor brillantez. Faltó continuidad en el episodio. Espadazo bajo. Ovación tras aviso.
Muy tesonero se mostró Javier Jiménez con el primero de su lote, un toro grandón y que desarrolló tanta nobleza como falta de entrega y humillación. A base de querer, erre que erre, el sevillano fue metiendo y convenciendo al toro dentro de una labor paciente y meritoria en la que logró arrancar la música. Sacó todo lo que tuvo el toro, al que le faltó motor. Faena larga en la que llegó a sonar un aviso antes de entrar a matar. De haber acertado a la primera pudo haber sido faena de premio.
El sexto no dijo grandes cosas, con una actitud cambiante, unas veces se arrancaba y en otras era tardo y sin entregarse. Con ese material era difícil hilvanar una faena. Javier Jiménez estuvo centrado con el toro dejando algún detalle aunque sin poder redondear la faena.
Madrid, martes 2 de mayo de 2017. Toros de García Jiménez y Peña de Francia (2º), desiguales de presentación y nobles en general. Morante de la Puebla, ovación con saludos en ambos; Miguel Ángel Perera, ovación con saludos y ovación con saludos tras aviso; Javier Jiménez, ovación con saludos en ambos. Entrada: Tres cuartos de plaza. Se desmonteró en banderillas Javier Ambel frente al quinto.
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