Castella: "Una vez más he escuchado el rugido de Madrid" (Feria San Isidro)
"Me he sentido muy a gusto y muy torero otra vez en esta plaza con un toro bravo y bueno"
Sebastián
Castella valoraba así en el canal Toros de Movistar Plus la faena al
toro al que le cortó la oreja en el festejo de este viernes en Las
Ventas. "Ha sido un toro muy alegre y lo he disfrutado. Me he
sentido muy a gusto y muy torero otra vez en esta plaza. La espina ha
sido no pegarle el espadazo que hacía falta, porque creo que hubiera
habido un premio mayor. Lo importante, de todos modos, es escuchar una
vez más el rugido de Madrid y torear a placer un toro bravo y bueno en
Madrid".
Castella ahondaba en las sensaciones vividas: "El rugido de esta plaza es lo que más me impacta. Estoy feliz de poder disfrutar así con un gran toro como este, que ha sido galopón, venía de largo, tenía transmisión y era serio. He podido ralentizar su embestida y desde aquí quiero darle la enhorabuena al ganadero, Borja Domecq".
Luego, tras lidiar al quinto, un sobrero de Salvador Domecq, expresaba: "Me he jugado la vida. Madrid para mí siempre ha sido punto y aparte y lo será toda mi vida, toda mi carrera. Aquí saben reconocer cualquier cosa que se haga viendo cómo es cada toro. Este no pasaba, era de cara o cruz, costaba trabajito estar delante… Le bajaba la mano y le obligaba, iba sometido uno o dos muletazos, pero al tercero decía “nanai”. No lo maté, mal por mi parte, pero ha sido importante la tarde que he dado en Madrid".
Castella ahondaba en las sensaciones vividas: "El rugido de esta plaza es lo que más me impacta. Estoy feliz de poder disfrutar así con un gran toro como este, que ha sido galopón, venía de largo, tenía transmisión y era serio. He podido ralentizar su embestida y desde aquí quiero darle la enhorabuena al ganadero, Borja Domecq".
Luego, tras lidiar al quinto, un sobrero de Salvador Domecq, expresaba: "Me he jugado la vida. Madrid para mí siempre ha sido punto y aparte y lo será toda mi vida, toda mi carrera. Aquí saben reconocer cualquier cosa que se haga viendo cómo es cada toro. Este no pasaba, era de cara o cruz, costaba trabajito estar delante… Le bajaba la mano y le obligaba, iba sometido uno o dos muletazos, pero al tercero decía “nanai”. No lo maté, mal por mi parte, pero ha sido importante la tarde que he dado en Madrid".
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