El valor de Fortes roza la oreja (Feria de San Isidro)
Fortes da una vuelta al ruedo tras petición y Román saluda una
ovación. Juan del Álamo es silenciado en su primer paseíllo en Las
Ventas.
Juan del Álamo y Fortes hacían su primer acto de presencia en la Feria de San Isidro con un encierro de Lagunajanda muy bien presentado pero con poca raza durante la lidia. Terna de jóvenes toreros, completada con Román en su segundo paseíllo, que demostraron su entrega y sus capacidades a lo largo de todo el festejo.
Juan del Álamo y Fortes hacían su primer acto de presencia en la Feria de San Isidro con un encierro de Lagunajanda muy bien presentado pero con poca raza durante la lidia. Terna de jóvenes toreros, completada con Román en su segundo paseíllo, que demostraron su entrega y sus capacidades a lo largo de todo el festejo.
A punto estuvo Fortes de
llevarse una oreja del segundo de la tarde después de una actuación que
tuvo como máximas el valor, la quietud y el arrojo. Con la montera
calada y de rodillas en los medios el malagueño comenzó el trasteo con
la muleta, pasándose al toro por la espalda en un emocionante inicio.
Sin perder nunca el sitio, Jiménez Fortes fue todo firmeza y verdad ante
un desclasado de Lagunajanda que derrotó siempre con la cara arriba.
Expuso mucho el diestro, que firmó un final por ajustadas bernadinas.
Estocada entera y petición de oreja que no fue concedida por el
presidente. Todo quedó en un vuelta al ruedo más que merecida. El quinto
fue un toro serio de presencia pero descastado en su comportamiento
ante el que Fortes volvió a firmar una sólida y decidida faena que en
esta ocasión inició con estatuarios a pies juntos. Sin opciones de
triunfo, acortó distancia el malagueño en otro alarde de valentía y
voluntad en el que tuvo que poner todo de su parte. Mató de una estocada
entera tras la que tuvo que usar el descabello y fue silenciado.
En su segunda y última comparecencia en este San Isidro, Román saludó
una ovación después de estoquear al tercero de la tarde. El torero
valenciano brindó su actuación al público y citó desde los medios al
toro, que se arrancó y humilló en una primera serie ejecutada sobre el
pitón derecho. Comenzó acometiendo con movilidad y repetición el de
Lagunajanda, permitiendo al diestro ligar varias series con gran
disposición. Por el izquierdo, dejó templados naturales hasta que el
toro fue quedándose corto. Importante actuación de Román Collado, que
no bajó en ningún momento la intensidad de su entrega, llegando a ser
volteado y a punto estuvo de ser prendido sin consecuencias. Dejó media
estocada pero no tuvo suerte a la hora de usar el descabello. Volvió a
mostrar una actitud intachable ante el sexto, al que llevó genuflexo
hacia los medios en el inicio del trasteo muleteril. Animal noble pero
deslucido con el que poco pudo hacer. Lo pasaportó de un pinchazo y una
estocada trasera.
Juan del Álamo recibió
al que abrió plaza con un ramillete de verónicas que remató con dos
medias y una revolera. Tuvo buena condición este primero, humillando con
fijeza tanto en capote como en muleta, pero le faltaron fuerzas. Perdió
las manos en varias ocasiones el inválido, que hizo que la actuación
del torero salmantino, a pesar de la voluntad y la buena técnica del
trasteo, nunca llegase a tomar vuelo. Mató de una estocada entera y fue
silenciado. El cuarto tampoco anduvo sobrado de fuerzas y nunca terminó
de humillar. Lo
intentó el torero salmantino, alargando y profundizando en cada
muletazo, pero la poca transmisión de su oponente desdibujó su dedicada
labor. Dejó una estocada tras un metisaca y volvió a ser silenciado.
Ficha del festejo:
Plaza de toros de Las Ventas (Madrid).
Sexto festejo de la Feria de San Isidro. Algo más de media entrada.
Toros de Lagunajanda, parejos de hechuras y faltós de empuje en líneas
generales, para Juan del Álamo, Fortes y Román. Tras el paseíllo se
guardó un minuto de silencio en memoria de Joselito el Gallo.
Juan del Álamo (de tabaco y oro), silencio y silencio
Fortes (de azul pavo y oro), vuelta al ruedo tras petición y aviso
Román (de azul noche y oro), ovación tras aviso y silencio tras aviso
Raúl Martí y El Sirio, de la cuadrilla de Román, saludaron tras su actuación con los palos al sexto.
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