Ginés Marín continúa por buen camino
Ginés Marín corta tres orejas y se convierte en el triunfador absoluto de la feria de Santiago.
Que Ginés Marín
está llamado a ser una de las futuras figuras del toreo no es ni
mentira ni casualidad. El joven torero ha vuelto a dar un importante
golpe en la mesa, y se ha proclamado triunfador absoluto de la feria de
Santiago tras cortar tres orejas en la última de abono. No tardó el
nacido en Jerez en meterse al público santanderino en el bolsillo. De
rodillas y a la verónica saludó al primero de su lote, al que más tarde
quitó por ajustadas gaoneras. Con la muleta, Marín hizo las delicias del
público llevando al animal largo y templado, gustándose en cada una de
las series con las que vibraron los tendidos de principio a fin. Tuvo
fijeza y transmisión el de Luis Algarraen la franela. Faena medida que
finalizó con bernadinas en las que los pitones le pasaron por la
cintura. Estoconazo y dos rotundas orejas. El reseñado como sexto se
rompió el pitón nada más salir, y lo mismo le sucedió al sobrero. El
sexto tris, también de la ganadería sevillana, fue un astado deslucido
ante el que Ginés Marín fue claramente superior. Por estatuarios a pies
juntos fue la primera serie del extremeño, que cuajó nuevamente el
toreo. Firme y con un gran arrimón final, el torero cortó la tercera
oreja de su marcador particular tras cobrar otra gran estocada.
Enrique Ponce paseó un
trofeo después de firmar una faena de maestría en la que supo cómo
llevar a su oponente, que salió de chiqueros manseando pero que terminó
noble y con humillación en la muleta del valenciano. Ponce, que dejó lo
mejor al natural, consiguió administrar la condición del astado. Pinchó
en su primer intento y enterró la espada a la segunda. El de Chiva se
estiró a la verónica en el saludo capotero al que abrió plaza, un toro
noble que mostró poca casta en la muleta. Ponce lo cuidó en todo
momento, llevándolo siempre suave y a media altura. Mató de una estocada
entera y, aunque afloraron algunos pañuelos, la petición no cuajó.
Ovación.
El burraco que salió en segundo lugar acometió con brío y celo en el capote de Cayetano.
Sin embargo, no duró mucho el del hierro sevillano, que fue
desluciéndose a medida que avanzaba la faena. El madrileño puso voluntad
pero su actuación nunca terminó de despegar. Mató de media estocada y
descabello, y fue silenciado. El quinto también salió manso y suelto de
toriles. Destacó Iván García, obligado a desmonterarse tras su actuación
en banderillas. Cuando llegó el turno de coger la muleta, Cayetano se
fue directo a los tendidos de sol para comenzar ahí la faena. De
rodillas fue la primera tanda, con la que se metió en el bote a parte
del respetable. Después, tuvo actitud el madrileño pero su actuación
tampoco terminó de convencer. Pinchazo y estocada tras la que fue
ovacionado.
Ficha del festejo:
Plaza de toros de Cuatro Caminos.
Santander. Séptima y última de la Feria de Santiago. Lleno en los
tendidos. Toros de Luis Algarra, bien presentados y de buenas hechuras,
para Enrique Ponce, Cayetano y Ginés Marín.
Enrique Ponce, ovación y oreja tras dos avisos
Cayetano Rivera, silencio y ovación
Ginés Marín, dos orejas y oreja con petición
Agustín Navarro fue aplaudido por su
actuación en varas en el tercero y Iván García fue obligado a
desmonterarse tras su actuación en banderillas frente al quinto.
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