Cien años del nacimiento de Manuel Rodríguez "Manolete"
Recordamos el día en el que el cordobés tomó la alternativa en Sevilla de manos de Chicuelo.
La efeméride se cumple este martes, 4 de julio.
Esta semana se cumple el centenario del nacimiento de Manuel Rodríguez
Sánchez "Manolete". Fue el 4 de julio de 1917 cuando nació en Córdoba
quien terminaría siendo IV Califa del Toreo. Hijo de Manuel Rodríguez
"Manolete" -también matador de toros- y de Angustias Sánchez -quien casó
en primeras nupcias con Lagartijo chico, también matador de
alternativa-, su aportación al toreo es clave a la hora de entender su
propia evolución.
Con tal motivo, queremos recordar cómo fue la tarde en la que Manolete ingresó en el escalafón de matadores de toros. Fue el 2 de julio de 1939 -acaban de cumplirse setenta y ocho años- cuando se convertía en doctor en Tauromaquia en la Maestranza de Sevilla. Como padrino de la ceremonia ejerció Manuel Jiménez “Chicuelo” y como testigo, Rafael Vega de los Reyes “Gitanillo de Triana”, que acompañaría al Monstruo en la fatídica tarde de Linares. Aquel día Manolete cortó una oreja, ganó 12.000 pesetas y entregó 2.000 de ellas a los fines benéficos de los periodistas sevillanos.
“¿Está mejor el toro por el lado derecho, no maestro?”, preguntó Manolete a Chicuelo en el instante de la entrega de trastos. “Sí -le contestó el padrino-, pero tú eres Manolete y serás capaz de sacarle naturales. Mucha suerte, tocayo”, dijo Manuel Jiménez.
Los tendidos se colmaron de gente a pesar del fuerte calor. Las restricciones que impone la posguerra afectan también a la prensa y ABC, dos días después del festejo, dedica una reseña telegráfica al acontecimiento.
“Con un lleno completo se ha celebrado en la plaza de la Maestranza la corrida de toros organizada por la Asociación de la Prensa. Se lidiaron toros de Clemente Tassara, antes Parladé, para Manuel Rodríguez “Manolete”, que tomaba la alternativa, Chicuelo y Gitanillo de Triana”, arranca el texto, que prosigue sobre la actuación del cordobés: “Se mostró muy valiente, haciendo una lucida faena de muleta. Con media estocada hizo rodar al toro sin puntilla. Dio la vuelta al ruedo y se le concedió la oreja. Al sexto de la tarde lo toreó bien de capa. Aguantó bastante con la muleta, ligando varios excelentes pases. Con el estoque no le acompañó la suerte, dando fin del bicho con varios pinchazos”.
Sobre Chicuelo, puede leerse: “A su primero le recibió en el centro de la plaza, ligando varios pases de calidad. Con la muleta hizo una faena artística y mató al bicho de un pinchazo y una estocada. En su segundo estuvo magnífico con la capa, ejecutando las clásicas chicuelinas. Con la muleta, de cerca y valiente, cuajó una colosal faena, con pases de todas las marcas. Después de una media en lo alto, repitió la suerte y el toro rodó sin puntilla. (Gran ovación)”.
Acerca de Gitanillo, dice: “En su primero se lució con la capa. Con la muleta hizo una faena artística, estando desgraciado con la espada. Con su segundo se adornó con gracia, instrumentando varios naturales soberbios. Logró una gran estocada que le valió una oreja”.
Con tal motivo, queremos recordar cómo fue la tarde en la que Manolete ingresó en el escalafón de matadores de toros. Fue el 2 de julio de 1939 -acaban de cumplirse setenta y ocho años- cuando se convertía en doctor en Tauromaquia en la Maestranza de Sevilla. Como padrino de la ceremonia ejerció Manuel Jiménez “Chicuelo” y como testigo, Rafael Vega de los Reyes “Gitanillo de Triana”, que acompañaría al Monstruo en la fatídica tarde de Linares. Aquel día Manolete cortó una oreja, ganó 12.000 pesetas y entregó 2.000 de ellas a los fines benéficos de los periodistas sevillanos.
“¿Está mejor el toro por el lado derecho, no maestro?”, preguntó Manolete a Chicuelo en el instante de la entrega de trastos. “Sí -le contestó el padrino-, pero tú eres Manolete y serás capaz de sacarle naturales. Mucha suerte, tocayo”, dijo Manuel Jiménez.
Los tendidos se colmaron de gente a pesar del fuerte calor. Las restricciones que impone la posguerra afectan también a la prensa y ABC, dos días después del festejo, dedica una reseña telegráfica al acontecimiento.
“Con un lleno completo se ha celebrado en la plaza de la Maestranza la corrida de toros organizada por la Asociación de la Prensa. Se lidiaron toros de Clemente Tassara, antes Parladé, para Manuel Rodríguez “Manolete”, que tomaba la alternativa, Chicuelo y Gitanillo de Triana”, arranca el texto, que prosigue sobre la actuación del cordobés: “Se mostró muy valiente, haciendo una lucida faena de muleta. Con media estocada hizo rodar al toro sin puntilla. Dio la vuelta al ruedo y se le concedió la oreja. Al sexto de la tarde lo toreó bien de capa. Aguantó bastante con la muleta, ligando varios excelentes pases. Con el estoque no le acompañó la suerte, dando fin del bicho con varios pinchazos”.
Sobre Chicuelo, puede leerse: “A su primero le recibió en el centro de la plaza, ligando varios pases de calidad. Con la muleta hizo una faena artística y mató al bicho de un pinchazo y una estocada. En su segundo estuvo magnífico con la capa, ejecutando las clásicas chicuelinas. Con la muleta, de cerca y valiente, cuajó una colosal faena, con pases de todas las marcas. Después de una media en lo alto, repitió la suerte y el toro rodó sin puntilla. (Gran ovación)”.
Acerca de Gitanillo, dice: “En su primero se lució con la capa. Con la muleta hizo una faena artística, estando desgraciado con la espada. Con su segundo se adornó con gracia, instrumentando varios naturales soberbios. Logró una gran estocada que le valió una oreja”.
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