Especial 100 años del nacimiento de Manolete (Parte 4) (Sus comienzos de novillero)


      El 4 de Marzo de 1923 muere el padre. La familia vive en ese momento en la calle Benito Pérez Galdós. Los asuntosd economicos marchan  de mal en peor. Una viuda con muchos hijos no puede nadar en la abundancia, pero nunca faltó lo más necesario. La familia, tras la muerte del padre, se traslada a otra vivienda más modesta en la plaza de la Lagunilla, que linda con el Campo de la Merced -barrio de la ascendencia del toreo de los Califas de Córdoba-, situado en el centro de un arrabal semillero de aprendices que juegan al toro y donde radicaron y vivieron los toreros que han salido de su tierra.
     ¿Influyó en su vación taurina el ambiente taurino del barrio en el que se desenvolvía?.



     Hasta pasado los 10 años de edad, Manolete no sintió plena y rotundamente la vocación taurina. Fueron sus primos , los hijos de Bebe Chico: Manolo "Palito", Fernando, antonio y rafael "Cantimplas", y sus amigos Curro Camará, Luis González y Domingo Roca, entre otros, los que le enseñaron a dar unos pases y unas verónicas, los cuales ya estaban habituados al ambiente taurino, e incluso ya habían hecho sus primeras pruebas en herraderos próximos. Son, por ellos, los impulsores de la vocación de Manuel Rodríguez, al que enseguida se le declaró el virus de la afición que ya llevaba en la sangre que corría por sus venas, y que manifestó muy pronto en la afición del muchacho. Tendría Manolo once años cuando dio comienzo a sus andanzas de aficionado junto a otros chavales y su primo Palitos, con quien dio los primeros pasos. Se escapaba del colegio salesianos de Córdoba en compañia de sus amigos de juegos para asistir a los cerrados donde se hacían tentaderos. Su madre, Doña Angustias, al principio hizo lo que pudo para que su niño no siguiera la tradición paterna; eliminó todos los recuerdos taurinos de la casa, salvo dos cabezas de toro correspondientes a la alternativa de cada uno de sus maridos y decidió ingresarle de interno en el colegio de los Salesianos.

     Aunque pronto cedió a su vocación, dejó los estudios y se reanudaron las escapadas. Muchas noches llegaba a su casa completamente deshecho con la ropa convertida en jirones. En 1929, Manolete quiso poner a prueba sus condiciones toreras en un herradero que se celebró en el cortijo de "Lobatón", finca enclavada en el término de Espejo. Poco después volvió a otro tentadero ebn la finca "Cordoba la Vieja", de Florentino Sotomayor. En esta placita una becerra le propinó un puntazo en la pantorrilla. En esta tienta intervenía los matadores de toros Fausto Barajas y Marcial Lalanda, quien se brinda a llevarle en su coche a que lo curen de la primera herida de su vida torera. Años más tarde Manolete confesó: "Ese puntazo me convirtió en un personaje. Los compañeros fueron a la casa de socorro donde me curaban como si yo fuera el Guerra. Aunque las curas me dolían "tela", me aguantaba el dolor en silencio. Había que mantener el tipo".
    
     Manolete no cejó en sus aspiraciones de ser torero. Ya en 1930 acude por un espacio breve de tiempo a la Escuela Taurina de Montilla, donde todos los domingos se daba un festival -con taquilla y público de pago-. Allí, Manolete, aprovechando que su primo Rafael Saco "Cantimplas" actuaba como profesor y director de lidia, toreó, banderilleó y mató a una becerra, siendo ésta una fecha señalada en la historia por ser su primera actuación  en público. Al siguiente año interviene como becerrista en la plazas de las escuelas taurinas de Montilla, Bujalance y Córdoba. Acude a cuantos tentaderos  y fiestas camperas tuvo oportunidad, y torea en una becerrada en la escuela taurina de l Venta de Vargas, actuando con Esteban Romero "Chocolate".


     El año 1933 fue clave  en la carrera de Manolete, por mediación de su amigo Domingo roca, que tuvo el gesto de cederle su puesto, se incorpora al espectáculo cómico-taurino-musical "Los Califas", bajo la dirección del cordobés Juan José de Lara. Recorre los principales ruedos de España y algunos de francia. Torea su primera novillada formal de Cabra, el 16 de Abril, con novillos de Gamero Cívico. Dos para Juanita Cruz, uno para bebe Chico y otro para Manolete, vestidos todos de corto para no recargar demasiado el presupuesto. Manolete destaca en su actuación cortando una oreja. Realmente este fue el primer festejo "serio" que toreó, Viste su primer traje de luces en una nocturna en la plaza de los Tejares, pero no tuvo gran éxito. Y precisamente fue José Flores "Camara", en su calidad de empresario, quien dio a Manolete aquella novillada nocturna de su presentación  en la plaza de Cordoba el 12 de agosto de 1933. Pepe Ibañez Mellado, quien hacía las veces de apoderado de Manolete e íntimo amigo de Camará, le habló para meterle en el cartel y puso al chaval. Fue el primer contacto que tuvo con los que había más tarde de compartir la fama. En 1934, el 25 de julio, obtiene en Úbeda un señalado éxito en un "mano a mano" con Rafael Redondo "León de Andalucía". Por cogida de éste, tuvo que matar tres novillos, cautivando a los espectadores, que le premiaron con oreja y rabo.

     Detalles de valor sereno que empiezan a convencer de que en aquel muchacho hay un temperamento  de torero y una ompavidez extraordinaria, se demostraron en las dos novilladas toreadas en Écija, el 15 de agosto y el 16 de septiembre, ante novillos de las ganaderías de Natera y de Sotomayor.

     Su madre consiguió, viendo la afición del chico, que le apoderase don José Molina Abela, un yerno de Guerrita. Éste le preparó la presentación en Tetuán de las Victorias.

     El 1 de mayo de 1935, Manolete novillero incipiente apenas salido del ambiente del becerro, decide presentarse con picadores en una plaza de los arrabales de Madrid, en Tetuán de las victorias, donde alterna con Liborio Ruiz, Silverio Pérez y Varelito chico, en la lidea de los novillos de esteban Hernández. Repite el día 5 con ganado de Ernesto Blanco, aunque en los carteles, por equivocación, se anuncia como Ángel Rodrígez.

     La prensa no se puso de acuerdo en enjuiciar sus actuaciones y vaticinan que no pasaría de ser uno de tantos desdichados. El cronista de la Voz acierta en el análisis y comenta:  (...)  "apuntó la presencia de un futuro y formidable estoqueador (...) se apreciaron en él atisbo del buen muletero, soltura, tranquilidad y valentía".


     Llega el año 1936, y al estallar la guerra Manolete es movilizado y se incorpora al Regimiento de Artillería de Córdoba. Con permiso especial de sus jefes, toma parte en algunas novilladas. Durante el año 1937 torea en festivales y corridas mixtas en Salamanca y en Córdoba provincia, donde tiene éxito y agrada mucho su labor. Manolete precisa en sus comienzos un guía que desde el callejón le ayude, alguien con más experiencia que él. De este modo, por medio de su cuñado, Federico Soria, consiguió que éste le hablara del proyecto a José Flores "Camará", quien tomó con cariño el ofrecimiento. La presencia de Camará fue un paso decisivo en su carrera.

     La guerra continúa  en el año 1938. No obstante Manolete interviene en diversas fiestas. En Sevilla se presenta como novillero el 26 de mayo de 1938, estoqueando reses de Braganza y repite al domingo siguiente con Pepe Luis Vázquez, que debuta con caballos. En esta plaza su gran triunfo llega el  9 de Octubre con novillos villamarta, Manolo corta una oreja en un novillo y dos en otro y decide dar por terminada la temporada, después de conseguir un triunfo el día 12 en la plaza de su tierra ante sus paisanos.

     Ya en 1939, como novillero consolidado, Manolete ha alternado con lo más prometedores espadas de la nueva generación: Gallito, Manolo Martin-Vázquez, José Ignacio Sánchez Mejías y Paquito Casado. En Junio, el día 12 torea una corrida de Miura en algeciras, que cnstituye un triunfo clamoroso, y en ella deciden que es hora de tomar la alternativa, la cual recibe en Sevilla, despidiéndose así, comno novillero, el día 25 en El Puerto de Santa María en una novillada a beneficio de la reconstrucción del santuario de Santa María de la Cabeza. El torero de Córdoba requería ahora corridas de toros en vez de novilladas. Manolete llegaba sobrado de valor todas las tardes, pisando un terreno que los demás no se atrevían a ponerse. Algo sucedió en Córdoba el 19 de marzo. para la ocasión los señores Orozco y Ramos estrenan su pasodoble.

     Puede decirse que en este punto arranca la auténtica historia taurina de Manolete.






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