JUAN VILCHES Toros de hierro bravo

     Durante la pasada feria de las Novilladas de Algemesí, la ciudad valenciana y sus muchos visitantes pudieron disfrutar de una exposición en la que el toro, visto como objeto de culto, fue protagonista absoluto.

     Del 20 al 30 del pasado mes de Septiembre, en el Casino Liberal, se pudo contemplar la exposición Toroarte, montada por el diseñador, ilustrador y escultor Juan Vilches. El artista algemesinense expuso 27 obras de hierro y que dan vida al toro en diferentes ángulos, acciones y momentos.

     La escultura taurina es amplia en piezas y artistas. Sus obras salpican toda nuestras geografía de recuerdos y detalles de lidiadores y estampas de la lidia en mármol, piedra o bronce. Y Juan Vilches se suma a esa lista de enormes artistas que se acercan a la cultura a través del toro, tradición esgrimida como vanguardia. Lo hace principalmente con el hierro como vehículos para expresar sus ideas y sentimientos. Como una especie de homenaje al origen y comienzo de todo. Con un tratamiento minimalista, como sin querer entrar en detalle, pero dando todo a entender, nos acerca a este icono como animal y de manera individual, despojándole de todo vínculo con la plaza o la lidia, elementos consustanciales a él le dan razón de ser y estar.

     Su dedicación al diseño le predispone al paso de la idea, abstracta y sin definir, a la  materia, concisa y efectiva. Animal y símbolo, el toro es parte fundamental de la identidad y cultura Española. Vilches lo hace destacando la rotundidad de la figura, la fuerza y la silueta, desplegando pasionalmente toda su belleza ante nuestra mirada. Como dijo en la inauguración de la muestra Pere Blanco, concejal de Cultura de Algemesí, "la rotundidad de los volúmenes de estas esculturas nos lleva a imaginarlas de manera monumental en espacios públicos y abiertos, en los cuales el ciudadano puede interactuar con ellas, tocándolas, sintiendo el calor y la fuerza del animal bravo y salvaje".

     En su esculturas, en las que sólo figura el animal, sin vínculo alguno con la lidia, une lo contemporáneo a lo ancestral, fundiendo lo que fuimos con lo que somos y seremos. Pero recordando siempre que el toro está ahí, imponente y magnifico, por mucho que se quiera ignorar y hacer de menos. El toro es vida. El toro es arte. Lo que viene a ser lo mismo.