EL CID (Entrevista)
"AFRONTO MI ÚLTIMA TEMPORADA CON LA ILUSION DE UN CHAVAL Y EL APLOMO QUE DA LA MADUREZ".
El Cid ha sobrepasado los cuarenta con una jovialidad propia de los chicos de veinteañeros y ahora comienza a ganar ese aliento de desnuda erudición que reporta la madurez. Saluda, habla, atiende con simpatia, abraza a quien se le acerca y se mueve con soltura en ese espacio sensitivo que hace las veces de factor de cohesión entre los nutrientes de su personalidad y los de su tauromaquia. La próxima temporada se retira en plenitud física y mental. "No me gustaría verme arrastrándome por las plazas, así que, prefiero irme ahora antes de que echan.
"El torero es un héroe y no puede dar pena. Me ha llegado el momento y ya esta"; sentencia sin ún ápice de amargura. "Considero que lo inteligente es saber cuándo llega tu momento y abandono este mundo tan fascinante del toreo agradeciendo todo el apoyo que me han ofrecido a lo largo de mi carrera". Con ese acento fresco, parpadeante y andalucísimo habla con franqueza y sostiene que pronuncia ahora el nombre de El Cid ya no suscita los prejuicios de los aficionados que le juzgaron al principio de su carrera. "Curiosamente siendo un torero Sevillano me costó muchisimo entrar en mi plaza de la maestranza. De hecho, sólo toreé dos novilladas con picadores antes de tomar la alternativa. Pero luego, aquí me han respetado mucho, me han esperado, me han comprendido y, sobre todo, ha disfrutado con mis triunfos tanto, como yo lo he echo. La Maestranza tiene una sensibilidad tan singular que cuando se consigue la unión con ella , el gozo es maximo.
-¿Cuál ha sido la plaza más decisiva a lo largo de tu carrera?.
-Sin duda, Las Ventas. En el coso madrileño empecé a abrirme camino en las novilladas con picadores nocturnas y siempre he sentido el cariño y la admiración de un público exigente, a veces severo, pero entregado y apasionado como pocos cuando ven que un torero se vacía por dentro y es capaz de torear hondo, con verdad y profundidad. Tengo la satisfacción de haber sentido cómo se han volcado con mi toreo más de veinte mil almas. Por eso, no sorprende que en los últimos diez años haya sido el torero que más veces he echo el paseíllo en esa plaza. ¡ojo, que me pesa como a todos! pero siento una quimica especial y, ojalá la próxima temporada pueda despedirme como se merece esa afición.
-¿Y la ganadería con la que te sientes más identificado?.
Las sensaciones interiores más indescriptibles, los momentos de mayor de mayor emoción torera han llegado con la ganadería de Victoríno. Y creo que el público siempre ha querido ver a El Cid con esos toros. La relación empezo con una sustitución en Bayona el 3 de Septiembre de 2003 y, hasta la fecha, nunca había un pitón de los cárdenos extremeños.
Ese día corté un rabo y me quitó de los pueblos para coger una sustitucion en Valladolid y volver el 12 de Octubre a Sevilla, donde recibí una cornada. En el 2004 maté la camada entera y comencé a entrar en el circuito de las grandes ferias.
Y en 2007 llegó la gesta de los 6 toros en Bilbao. Tengo grabada esa tarde en la memoria: me sentí realizado comoartista, por cómo afronté la tarde, por el toreo largo y profundo que interpreté con ambas manos, por el frenesí que desperté en los tendidos. La conjunción técnica y torera fue excelente y para mí fue un sueño hecho realidad.
Sin artificios retóricos, con esa sustancia vital que da la sedución de su sinceridad propone: "no te puedes molestar porque ahora la afición quiere ver nuevas caras. Es inevitable el cambio generacional en todos los ambitos de la vida y el toreo también debe tomarse como algo natural. Si lo piensas fríamente es pura lógica. To lo entiendo así y por eso creo que ha llegado mi momento.
¿Cual han sido las claves del triunfo del toreo de El Cid?.
La sinceridad con la que me he mostrado siempre en la plaza. Jamás he hecho alardes de lo que no eray he expresado mi tauromaquia como la siento en mi interior. Mis formas taurinas parten de la templanza y la ligazón, de la despaciosidad y la largura, de la cercanía y el valor austero. Me gusta embarcar los toros adelante, frenar la acometida en el embroque para que éste sea ceñidoy luego conducir la embestida con mando y profundidad. Sé que eso es dificil conseguirlo, pero ése ha sido el andamiaje sobre el que he sustentado toda la arquitectura de mi toreo.
¿Y el talon de Aquiles?
¡La espada!, me ha quitado muchos triunfos, sobre todo en tardes claves tanto en Madrid como en Sevilla. Aunque no es una excusa, ser zurdo no me ha ayudado en exceso, porque, claro, he manejado la mano que no es natural en mí. Tambíen es verdad que esa asignatura pendiente ha tenido su lado positivo: me ha dado capacidad de sufrimiento, me ha echo creer en mis posibilidades, me ha dado fuerzas para seguirentrenando dicha suerte sin aburrirme y al final he cosechado los frutos en formas de triunfos sonados, por ejemplo, con cuatro Puertas del Príncipe. que no se consiguen facilmente.
El critico Ingles Cyril Connolly aseguraba que era necesario que pasen diez años para saber si un texto literario tendría vigencia o no. El matiz temporal es un simpleapóstrofe, pues toda obra de arte que aspire a trascender el tiempo ha de participar de una cierta armonía entre fondos y formas, como la tauromaquia de Manuel jesús "El Cid", que la próxima temporada comenzará, desde Castellón, a dictar sus últimas lecciones taurinas, de las que ojalá se desprenda la valentía, el ingenio y la hondura que siempre le han careterizado para que cuajen allí donde se esponjan los sentimientos del corazón.
Si quereis más entrevista como esta darle mucho apoyo a este tipo de entrevistas y cada poco tendreis una nueva.
Comentarios
Publicar un comentario