Ultimo encierro san fermin 2016
Pamplona se queda sin toros. Hasta julio de 2017 la ciudad volverá a la calma y los turistas deberán conformarse con el museo del encierro, los carteles y los recuerdos. La despedida de los encierros, una vez más, ha sido por todo lo alto, con toros de Miura, que han tenido una carrera bastante previsible, rápida y sin lanzar cornadas, pero que se han visto envueltos en un gran montón de astados y mozos en la entrada al ruedo que ha dejado varios contusionados.
Los miuras son unos animales diferentes por dos motivos. Por un lado está esa leyenda que se remonta a 1849, el año de la fundación de este hierro, ese respeto y temor que infundía e infunde en las plazas, con la muerte de Manolete como máximo exponente. Por otro lado, sus condiciones morfológicas: un toro más alto de lo normal, de gran alzada, lo que le permite avanzar más con el mismo tranco... y con esas cabezas.
Pero la verdad es que el primer tercio del encierro ha defraudado. La manada marchaba tan arropada, tan integrada, que no había posibilidad de coger toro. Los cabestros lideraban la marcha y losmiuras se dejaban llevar con docilidad. Así es imposible lucirse. Mala despedida para los habituales de Santo Domingo y Mercaderes, donde un mozo ha sido pisoteado por casi toda la manada.
No ha sido hasta la llegada a la Estafeta cuando se ha empezado a ver un encierro vistoso, con los toros por delante. Quien ha decidido apostar fuerte ha sido el único colorao del grupo, que ha tirado con fuerza y ha dejado grandes carreras. Era difícil aguantar más de un par de segundos ante las astas. Breve, pero intenso, muy intenso.
En el lado derecho de la Estafeta elmiura más descarado de pitones ha empujado a un corredor y se ha enganchado el pitón con la camiseta. Por unas décimas de segundo, en medio del vértigo de la carrera, el joven y el animal han pugnado por la tela... y ha ganado el toro, que se ha llevado como trofeo un girón rojo colgado del cuerno.
El resto de la recta ha seguido sin incidentes, sin excesivos huecos para correr, pero bien aprovechados por los privilegiados (y hábiles) que se hacían con ellos.
En los últimos metros del encierro han llegado los problemas, fruto de los tropezones y resbalones, tanto de corredores como de animales. En Telefónica un cabestro ha sufrido una voltereta tremenda y ha frenado la marcha del grupo, que ya veía la plaza muy cerca y por debajo de los dos minutos. Y ya en el ruedo se ha producido un tapón tremendo. Más que por la cantidad de implicados en el mismo, por la violencia con que se ha desarrollado. Se confundían toros con corredores, los animales daban vueltas de campana sobre algún mozo tirado sobre la arena. Trataban unos y otros de levantarse como podían. Uno de los mozos involucrados se ha levantado como un zombie, y completamente noqueado ha intentado librarse de la cogida. Pero ha sido arrollado de nuevo por los morlacos, que no han hecho tampoco grandes esfuerzos por cornearlo.
Todo se ha saldado sin heridas por asta de toro ni graves heridas provocadas por los traumatismos.
Los miuras serán lidiados esta tarde por Rafaelillo, Dávila Miura, que vuelve para conmemorar los 50 años de esta ganadería en la Feria del Toro, y Javier Castaño. /
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