Qué pasó en el PLANETA DE LOS TOROS el día que el hombre pisó la luna. (Reportaje)

     El día 20 de julio fue la festividad de San Elías, el profeta que, según la Biblia, ascendió al cielo en un carro de fuego. ¿Casualidad? Media España se agolpaba aquel domingo de julio ante el televisor para, alrededor de las nueve de la tarde, observar cómo la nave pilotada por Neil Armstrong, Edwin Aldrin y Michael Collins se posaba sobre la superficie lunar y, horas más tarde, el hombre ponía el pie sobre nuestro satelite. "Este es un pequeño paso para el hombre, pero un gran paso para la humanidad", sentenció Armstrong, el primer humano que anduvo sobre la Luna, y nos tradujo Jesús Hermida, responsable de aquella ya histórica trasmisión que en la BBC inglesa tuvo como fondo el Space Odity de David Bowie.

     Y si el hombre avanzaba en su afán por desentrañar los misterios del universo, en el también proceloso planeta de los toros, a esa misma hora, finalizaban no pocos festejos celebrados en los cosos Españoles.

     En la monumental de Las Ventas también aquella tarde alguien conseguía  lo que para muchos era algo así como alcanzar la luna: ser torero. El salmantino Sebastián Martín "Chanito" -a quien El Viti definió como "un fiel representante del estilo nuestro.

     Muy castellano, con las formas que aprendemos aquí. Solo el toro fue capaz de pararlo" -recibió la alternativa de mano de Andrés Hernando que, en presencia de Pedrin Benjumea y del rejoneador José Samuel Pereira Lupi, le cedió la muerte del toro "Vergonzoso", de Emilio Arroyo, marcado con el número 245, negro bragado y de 485 kilos de peo. Esa fue la alternativa número diecisiete de las treinta concedidas  aquel año. En ABC Cañabate contaba así lo hecho por Chanito en su primera corrida: "Pretendió complacer los invariables gustos del público con los invariables pases que el toro aceptaba de mala gana, sin colaborar.

     Chanito recurrió a los círculos... Con el sexto hizo una faena mecánica, tumbándolo de una buena estocada".

     Pero si ese doctorado, aun sin alcanzar el éxito, fue motivo de alegría, ese mismo día, se vivía en toda su intensidad, también en la capital de España, la otra cara del toreo, puesto que aquella mañana, en la sacramental de San Justo, se había dado el último adiós a Manuel Fuentes Bejarano, muerto dos días antes en Victoria cuando actuaba a las ordenes de Joaquín Bernardó en una corrida cuya terna completaba Mondeño y Macareno. fue alcanzado por un toro de Sánchez Arjona al salir de un par de banderillas, cayendo al suelo y haciendo el toro por él, corneándole muy gravemente. Fue operado durante más de cuatro horas en la enfermería de la plaza al desistir los medicos de su traslado al Hospital general, dada su estado, aunque horas más tarde el doctor Gómez Arteche certificaba su defunción. Tenía 58 años y, curiosamente encontro la muerte en la misma plaza en la que su hermano Luis Fuentes Bejarano tomó la alternativa. Cosas del destino.

     EDn la monumental de Barcelona, las cuadrillas de Dámaso ómez, Ángel Teruel y Ruiz Miguel se retiraban tras una mala tarde de toros. Una tarde soporífera, resumía El Ruedo, "en la que la parroquia se pasó todo el rato mirando al cielo, a ver si pasaba el Apolo XI".

Feria de Julio en Valencia.

     En Valencia comenzaba la Feria de Julio, compuesta este año por ocho corridas de toros, y una novillada -igual que ahora-, y aquel 20 de Julio hicieron el paseíllo el rejoneador Fermín Bohórquez y los matadores Jaime Ostos, Ricardo de Fabra y Santiago lopez,  que dieron cuenta de reses de Marqués de Domecq. Fabra, que cortó tres orejas y un rabo, Santiago Lopez, que logró tres orejas, salieron a hombros y se fueron tan contentos a ver cómo el hombre lograba una de sus últimas más grandes conquistas, mientras que Bohórquez y Ostos (que entró en este fesrtejo sustituyendo a Julio Aparicio, que se cayó del cartel al no estar conforme con torear una sola tarde en esta feria), abandonaron el coliseo de Monleón de vació.

     En Málaga hubo triunfo y puerta grande para un diestro local que por entonces estaba en la cresta de la ola, Andres Torres "El Monaguillo", que cortó una oreja a cada uno de sus toros. Se lidió uno de Germán Gervás, en primer lugar, y cinco de Ruiseñada, y completaban el cartel Antonio León, que dio una vuelta al ruedo, y Paco Ceballos, que paseó una oreja.

     En el coliseo balear, de Palma de Mallorca, Antonio Ordoñez cortó una oreja de su primero y dio la vuelta al ruedo al acabar con el cuarto, y otra oreja se llevo Marismeño tras la lidia  de tres toros de Oliveira Irmaos y otros tantos de Campocerrado. El Viti, por su parte, fue ovacionado al acabar su lote.

     triunfal fue la corrida celebrada en Tarragona, en la que Miguel Márquez paseó tres orejas y un rabo; dos logró el rejoneador Ángel Peralta y una Tinín, mientras que José Fuentes fue ovacionado tras la lidia de su primero, de Salvador Guardiola, al igual que toda la corrida, tercer festejo en el que se ponía en juego el trofeo "Cesar de Oro".
José Falcón y Pedro Santamaría cortaron una oreja cada uno en Ávila, en una función en la que se corrió ganado de María Sánchez de Terrones, y en la que Paco Pallarés dio la vuelta al ruedo como premio a su primera faena.

     En Vinaroz (Castellón) Palomo Linares era llevado a hombros casi hasta su hotel después de haber cortado tres orejas de toros de Román Sorando, mientras que Alfredo Leal y Antonio García "Utrerita" abandonaban la plaza por su piel al habrer conseguido sólo una oreja por coleta, al igual que el rejoneador Antonio Ignacio Vargas. Un poco más al sur,en la capital de esa provincia, se daba una novillada, en la que Rafael Romero y Julián Garcia salían a hombros gracias a las tres y cuatro orejas respectivamente que habían obtenido de novillos de Aleas, en tanto que el rejoneador Joaquín Moreno Silva paseaba una.

     Sin problemas en la tierra.

     Control Ground to major Tom ("Control de tierra al mayor Tom"), cantaba Bowie en el tema que lanzó  a la fama y que sirvió de fondo musical en medio mundo a la proeza de Armstrong, Aldrin y Colloins. Una frase mediante la cual dsde la Tierra anunciaban graves complicaciones al protagonista de la canción del artista inglés, y que unos años más tarde se confirmaría como premonitoria con aquella otra frase, bien real, "Houston, tenemos un problema", emitida desde el Apolo XIII y que puso en vilo a todo el mundo.

     Pero en 1969, en el planeta de los toros las cosas parecían ir muy bien encarriladas y a fechas de aquel 20 de julio se habían lidiado 1.508 toros y 1.202 novillos, en 194 corridas, 205 novilladas y 7 corridas de rejones, habiéndose celebrado festejos en 137 plazas.

     Paco Camino, con 40 funciones toreadas y 101 orejas cortadas, lideraba el escalafón de matadores, seguido por Angel Teruel y El Viti con 35; Paquirri llevaba 29 y Palomo Linares, 25; 24 sumaba cada unoMiguelín y Manolo Cortés; 23 Diego Puerta y Ordóñez, y 22 El Cordobes, que aquel año andaba de "guerrillas" y sólo actuaba en plazas menores y en festejos que él mismo organizaba.

     De los novilleros, el que más había toreado hasta ese día era Julian García, que llevaba 37 novilladas, perseguido por Curro Vázquez, Dámaso Gonzalez -que habia tomado ya la alternativa el 24 de junio- y José Luis parada, que eran sus más inmediatos rivales.
En cuanto a los rejoneadores, el líder era Ángel Peralta, que ya andaba dándole vueltas a lo del "apoteosis"... aunque aquella noche, el triunfo grande fue para tres astronautas norteamericanos -y todo el inmenso equipo que convirtió su hazaña en realidad- que nos hicieron soñar a todos como nunca entonces lo habíamos echo.

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