ROMAN "Senti que me moría" (Rueda de prensa)


     Uno de los nombres propio de la recién finalizada feria de San Isidro es el de Román. Si, bien, la noticia más impactante ha sido la brutal y gravísima cornada que sufrió el valenciano el domingo 9 de junio, cuando actuó en sustitución de Emilio de Justo con la áspera corrida de Baltasar ibán, lo mas importante ha sido la dimensión de torero capaz, valiente y evolucionado que dejó en cada una de sus tardes.



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     El viernes 14 de junio, en el Hospital San Francisco de Asís de Madrid se celebró una rueda de prensa para trasmitir la noticia más positiva de esa semana: la extraordinaria recuperación de Roman, quien sufrió una de las más graves cornadas  que se han visto en Madrid este año, justo cuando estaba firmando una feria soberbia.

     Unos días antes, sin siquiera cumplirse las 72 horas después del gravísimo percance, Román ya había abandonado la UCI y descansaba  en una habitación del hospital. Allí, en la cama, pero con esa alegre frescura que siempre desprende, y rodeado de su novia, mozo de espada y algunos amigos, recordaba los momentosmás angustiosos de ese domingo.

     "Nunca pensé que ese toro me iba a coger -contaba entre el asombro de todos-. Lo pasé pero con el primero de Adolfo Martín del otro día, con ese sí que me vi cogido con el tiempo. Pero este no, de hecho, lo veía notable, bruto en su embestida, pero notable y ya rajadito cuando le pude. Nunca me transmitió esas sensación de peligro que me cuenta todo el mundo que sintió. Me sentía seguro. Pero cuando me echó mano sabía que me estaba haciendo mucho daño. No recuerdo haber sentido dolor... era una sensacion rara. Y cuando me dejó en la arena me llevé las manos a la herida, sangraba mucho".

     Javier Galán, su mozo de espada, sumaba detalles al relato: "Cuando lo subimos a la camilla había sangre por todas partes y los banderilleros estaban muy nerviosos. Afortunadamente, la serenidad del equipo médico nos trasmitió mucha tranquilidad, los veía con todo controlado, así que sólo piensas en ser util. Me pedían que le cortara la taleguilla o que les ayudara a quitar la chaquetilla. Román en un momento me dijo que le molestaba la castañeta y se la quité, a veces decía que se moría". "¡Es que sentía que me moría! -añadió el torero-. De verdad, pensaba que me moría. Sentía el dolor, pero al mismo tiempo sentía mucho sueño y como una sensación de placidez. Pensaba "si me muero, ya está, tampoco estoy sufriendo". Recordaba que era la misma ganadería con la que Iván Fandiño había muerto y, sinceramente, sentía que era todo. Además, me dormí un momento y me desperté diciendo "¡ Coño! que me he dormido" y ya no me dejaron dormir más. Me decían "Hablame" y sólo recuerdo que dije "¿Y qué quieres que te cuente?". Después, don Máximo García Padros me tranquilizó, me puso la máscara de la anestesia y me dijo que todo estaba bajo control, que ahora sí me podía dormir".

    Lo que pasó despúes ya se ha venido informando oportunamente en los partes médicos. Un Angiotac descubrió que una trombosis estaba afectando la irrigacíon  de la pierna derecha, sin embargo, eso no era un problema, al contrario, esa reacción de su organismo evitó que el sangrado por la sección arterial que sufrió fuera aún mayor. Tras varias horas de cirugía, todo estaba controlado. Nadie podia creer que, el miercoles 13 Román ya estuviera andando en su habitación con la ayuda de un taca-taca. Apenas si se notaba la inflamación  en la rodilla, casi no sentía dolor y su semblante era el mismo de siempre. Sólo tenía un capricho, que le trajeran  la comida de fuera. "Es que si como la comida del hospital me siento mal, como si no me recuperara", confiensa con una sonrisa.

     Román tenía el telefono cerca, estaba en silencio, y aunque las notificaciones y llamadas no paraban de sonar, ni lo miraba. Atendía con una sonrisa sincera al aluvión de visitas que tenía durante el día, aunque prefiere pasar las noches solo para no molestar a nadie y estar más tranquilo. Las conversaciones saltaban de un tema a otro. "La foto es fuerte, pero son las cosas pasan en esto -refrexionó al mirar la portada del ejemplar de 6TOROS6 que le dejaron. Se que han criticado mucho la portada, pero es que por las reds todo el mundo opina y lo critican todo. Es cierto que la imagen es cruda, pero los toros pegan cornadas. A veces se cortan las orejas y se triunfa, y aveces toca cobrar... Un medio taurino no puede esconder la verdad de esto, lo que le da verdadero sentido y grandeza a lo que hacemos. Mucha gente piensa, como yo antes de lo de Victor Barrio, que los toreros no mueren en el ruedo. Lo de Victor me cambio la forma de ver mi profesión, fue muy duro, igual que lo de Fandiño, pero pasa y estas cosas dignifican nuestra profesión".

Desde que entré tenía una pregunta atascada: ¿Que necesidad tenia Román de entrar en una sustitución en la corrida de Baltasar Ibán? Sobre todo, despúes de lo bien valorado que saldríaa de San Isidro. "¿Sabes que pasa? -respondió sin pensarlo mucho-, que abrirte un hueco en las ferias y estar en los mejores carteles es tan, pero tan dificil, que no vale con salir con buen ambiente de una feria como esta. Hay que triunfar con rotunidad una y otra vez, y yo quería dar ese paso, salir por la puerta grande.

     Cuando salió la noticia de Emilio de Justo, le dije a mis apoderados que hablaran con Simón Casas para entrar en la de Nîmes, que era con Jandilla. Pero después vi lo de Madrid y Vic-Fezensac y pensé que, ya puestos, me apuntaba a todas. Además, a priori, el toro de Baltasar es un toro que se mueve y yo estaba en ese punto en el que sabes que la afición está con tigo, eso te da mucha seguridad. Realmente, sentí que no tenía nada que perder. Pensé que saldría bien y pedí la corrida. Al final, creo que la cornada, que es algo que ninguno de nosotros desea, le ha dado más peso y más credibilidad a todo lo que he hecho en la feria. Si te acuerdas, con el sobrero de Torealta, que fue malo, me pidieron  la oreja, y al final di la vuelta al ruedo con el de Joselito, que fue noblón, me puse en el sitio, le busqué las vueltas y lo maté bien, eché una buena tarde y salí satisfecho. Luego, con la corrida de Adolfo Martín, creo que estuve bien con el primero, aunque me veía cogido una y otra vez; El segundo, que me dejó torearlo, pienso que ya la gente rompió conmigo porque me vio evolución. Esa oreja me dio mucho respeto. Y luego, con el toro de Baltasar, creo sinceramente que estuve muy bien, pero, oye, ya pasó y ahora a pensar en volver".

     Fue esa, la de su reaparición, la pregunta para la que todos, el viernes en la rueda de prensa deseábamos tener una respuesta precisa. Sin embargo, esta vez Román quiere ser cauto. Ya antes, por la necesidad de no desaparecer demasiado del mapa, volvió sin que se cumplieran los plazos cumplidos, ahora su situación es otra y no quiere forzar, prefiere sentirse completamente seguro, consciente de que su fisico está al cien por cien porque su cabeza, claramente, no ha dejado de estarlo. Quizá entonces apunte a Santander o Valencia, ya se verá. Lo importante es que hay Román para rato y que, una vez más, los médicos han obrado ese milagro. Por eso las primeras palabras del valenciano en la rueda de prensa fueron de agradecimiento a Máximo García Padrós, el cirujano vascular Claudio Gandarias y sus respectivos equipos médicos. Igual que a la afición. "No sabía que me querían tanto -expreso-, me han demostrado muchísimo cariño y les estoy muy agradecido por ello y por preocuparse por mi estado".

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