DANIEL MENES "Quiero mucho más)(Entrevista)
La vida del madrileño Daniel Menés siempre ha tenido al toro como eje, con su casa en El Batan -donde ahora está a la espera de lo que el ayuntamiento decida sobre la escuela taurina- y sus sueños en Las Ventas. Ahí se ha echo novillero y salió triunfador de la primera de las novilladas del mes Julio en Madrid. Daniel, consciente de su escaso bagaje, suplió cualquier grieta en su tauromaquia con una actitud encomiable y la variedad por banderas.
Con la del domingo 3 de Julio en Madrid, Daniel Menés apenas suma cuatro novilladas picadas en su trayectoria y ésta era la primera del año. Por esta razón, el trofeo obtenido adquiere más impotencia para él, pues significa la oportunidad de hacerse notar y sumar los contratos que le puedan dar un rodaje más amplio.
"Me alegra haber cortado esa oreja, pero me da rabia no haber abierto la Puerta Grande, porque es a lo que fui a Madrid y me faltó muy poquito -se sincera el novillero-. Creo que si entra la espada en el sexto, hubiera podido tener ese triunfo que tanto necesitaba. Por eso no puedo estar satisfecho".
-Algo que derrochaste toda la tarde fue actitud y voluntad.
-Es mi personalidad, cada paseíllo que hago lo vivo mucho, voy mentalizado de que tienen que pasar cosas, que tengo que dejarme todo para poder seguir sumando y ser alguien en esto en Madrid esa novillada se multiplica. Porque es mi plaza y tenía que salir a reventarla. Fue una oreja , pero creo que di una dimensión importante. Sé que me faltó oficio, porque fue mi cuarta novillada picada y apenas he toreado en el campo, y por eso mismo debo poner el doble de mi parte, entregarme por completo con ganas y actitud para poder destacar. También es cierto que tuve el mejor lote y espero que esto me pueda servir para abrirme paso, entrar en la feria de novilladas y volver a Madrid más preparado.
-De momento ya deberías entrar en los carteles que Taurodelta dejó abiertos.
-No me han dicho nada, pero me haría muchísima ilusión verme anunciado otra vez en esta plaza, ya sea ahora, o después, quizás en la Feria de Otoño, ¿Por qué no? lo que sí está claro es que el día que sea, volveré con la misma actitud y las mismas ganas, pero espero tener más experiencia para que el público me pueda exigir más y yo también pueda dar mucho más.
-¿Con qué te quedas de tu actuación?
-Es curioso, cuando llegué al hotel estaba fastidiado porque quería más, pero ahora en frío, si me dicen que corté una oreja en Madrid no me lo creo. Me quedo con la entrega del público conmigo, con la variedad que pude imprimir y con la manera en que afronté la tarde. Pero me queda la espina de que aún no se pudo ver el torero que soy, el toreo fundamental que me gusta hacer y que no pudo salir en esta ocasión. Sé que pudo cuajar en Madrid toreando bien.
-Hablas de variedad, una de las claves de tus faenas y es algo que suelen tener en común los alumnos de la escuela de Madrid.
-Sí, allí nos han enseñado mucho y es algo que me gusta, porque sacar un poco al toreo de monotonía. La caleserina de rodillas y a porta gayola la he hecho varias veces antes y me salió muy bien, y también sentí que la gente conectó mucho en la segunda, con las dos largas cambiadas y la gaoneras que enganché después; y en el galleo por chicuelinas, los quites... esto hizo que la plaza estuviera muy receptiva conmigo, pero cuando cogí la muleta con la mano izquierda, aquello bajó el tono y, encima, marré con la espada. La variedad es una buena forma de impactar, de llamar la atención, pero lo que tiene que quedar en el recuerdo de todos es el toreo por abajo, el de siempre y el que espero hacer cuando regrese a Las Ventas.
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