Silencio a Cayetano ante el complicado quinto sin opciones (Bilbao)
Se anuncia a Enrique Ponce, Cayetano y Ginés Marín con toros de Victoriano del Río.
No tuvo opciones para el lucimiento de Cayetano con el quinto de la
tarde al que recibió con una larga de rodillas cerrado en el tercio como
declaración de intenciones tras el triunfo de Ponce ante el cuarto.
Competencia por quites entre Ginés Marín haciendo uso de su turno y
Cayetano que le dio réplica interpretando el llamado quite de Ronda.
Después con la muleta, tuvo que tirar de recursos y domeñar el genio y
la embestida del toro con mando y sometimiento, doblándose con él en su
inicio. Intentó cuajar faena con lucimiento pero resultó, francamente
imposible ante un astado muy complicado que nunca humilló. Silencio.
Dos orejas para Enrique Ponce y puerta grande en Bilbao tras una faena magistral ante el cuarto toro de Victoriano del Río. Un astado con calidad y nobleza pero justa fuerza al que hubo que comprender mucho en sus condiciones para obrar el milagro, pues no fue fácil. Y lo hizo el valenciano con una faena donde empleó todos los recursos y toda su experiencia para ir haciendo poco a poco con mucha ciencia y paciencia al toro. Esperó la plaza de Bilbao al torero valenciano y crujió con una tanda en redondo poderosa y mandona, con clase, en la que se gustó y descubrió -hasta a los incrédulos- cómo era el toro. Toreó a placer por ambos pitones, con disposición, con entrega, con valor. Y al natural también lo cuajó perdiéndole los pasos para engancharlo de frente con pulso, con suavidad y con temple, aguantando los parones del toro, dando tiempo y distancias. Pura ciencia. Rotundo, macizo. Todo lo hizo él llegando a torear con mucha hondura y rematando de una gran estocada. Doble trofeo y la plaza en pie entregada ante el torero valenciano. El toro fue ovacionado en el arrastre.
Se rompió el pitón el que hacía tercero del festejo y en su lugar se corrió turno, saltando al ruedo el reseñado para ser lidiado en sexto lugar. Noble y con calidad pero con fuerzas justas en los primeros compases de su lidia, no se pudo lucir Ginés Marín con la capa y en el caballo, el de Victoriano del Río derribó en la cabalgadura a Guillermo Marín. Tras brindar al Rey Emérito logró cuajar una faena desigual donde lo mejor vino sobre el pitón izquierdo, donde Marín se lució y se gustó. Faena en la que se mostró dispuesto y que malogró con la espada. Ovación con saludos.
Arrebato de raza torera en estado puro la de Cayetano ante el segundo de la tarde donde en el tercio de banderillas reivindicó la categoría de la fiesta de los toros y mandó a sus hombres banderillear empleando los palos con la enseña nacional entre división de opiniones en el público. En lo taurino, Iván García cuajó un excelente segundo tercio donde clavó -en medio de la división entre el público- sendos pares de banderillas poderosos, arriba y cuadrando en la cara del toro con mucha verdad que fueron completados con la actuación de Alberto Zayas, quien también se lució en el par que le correspondió. Se desmonteraron ambos. Después, Cayetano brindó con mucha verdad al Rey Emérito, y con la muleta cuajó una actuación en la que mostró mucha disposición ante un toro noble y con calidad pero que también se apagó poco a poco. Faena elegante, con clase y buen gusto, que fue ovacionada en su final, tras una estocada entera tendida.
Ante el noble primero de la tarde Enrique Ponce se pudo lucir en el recibo de capa con verónicas ganándole el terreno a un toro que embistió con calidad pero que finalmente se paró, quedándose corto en su embestida. Con él, el valenciano intentó hilar faena sobre ambos pitones, con suavidad, a media altura, enseñándole a embestir para armar una faena que nunca pudo alzar el vuelo en intensidad. Faena brindada al rey Emérito don Juan Carlos I que no pudo tener mayor lucimiento por las condiciones del de Victoriano del Río.
Bilbao, viernes 25 de agosto. 7º festejo de la Semana Grande. Toros de Victoriano del Río. Enrique Ponce, silencio y dos orejas; Cayetano, ovación con saludos y silencio; Ginés Marín, ovación con saludos. Entrada: Tres cuartos de entrada. Entre el público estuvo presente el Rey Emérito SM Juan Carlos I, la Infanta Doña Elena de Borbón, don Jaime de Marichalar y doña Victoria Federica Marichalar y Borbón. Se desmonteraron en el segundo de la tarde, los toreros de plata Iván García y Alberto Zayas que parearon con banderillas vestidas con la enseña nacional.
Dos orejas para Enrique Ponce y puerta grande en Bilbao tras una faena magistral ante el cuarto toro de Victoriano del Río. Un astado con calidad y nobleza pero justa fuerza al que hubo que comprender mucho en sus condiciones para obrar el milagro, pues no fue fácil. Y lo hizo el valenciano con una faena donde empleó todos los recursos y toda su experiencia para ir haciendo poco a poco con mucha ciencia y paciencia al toro. Esperó la plaza de Bilbao al torero valenciano y crujió con una tanda en redondo poderosa y mandona, con clase, en la que se gustó y descubrió -hasta a los incrédulos- cómo era el toro. Toreó a placer por ambos pitones, con disposición, con entrega, con valor. Y al natural también lo cuajó perdiéndole los pasos para engancharlo de frente con pulso, con suavidad y con temple, aguantando los parones del toro, dando tiempo y distancias. Pura ciencia. Rotundo, macizo. Todo lo hizo él llegando a torear con mucha hondura y rematando de una gran estocada. Doble trofeo y la plaza en pie entregada ante el torero valenciano. El toro fue ovacionado en el arrastre.
Se rompió el pitón el que hacía tercero del festejo y en su lugar se corrió turno, saltando al ruedo el reseñado para ser lidiado en sexto lugar. Noble y con calidad pero con fuerzas justas en los primeros compases de su lidia, no se pudo lucir Ginés Marín con la capa y en el caballo, el de Victoriano del Río derribó en la cabalgadura a Guillermo Marín. Tras brindar al Rey Emérito logró cuajar una faena desigual donde lo mejor vino sobre el pitón izquierdo, donde Marín se lució y se gustó. Faena en la que se mostró dispuesto y que malogró con la espada. Ovación con saludos.
Arrebato de raza torera en estado puro la de Cayetano ante el segundo de la tarde donde en el tercio de banderillas reivindicó la categoría de la fiesta de los toros y mandó a sus hombres banderillear empleando los palos con la enseña nacional entre división de opiniones en el público. En lo taurino, Iván García cuajó un excelente segundo tercio donde clavó -en medio de la división entre el público- sendos pares de banderillas poderosos, arriba y cuadrando en la cara del toro con mucha verdad que fueron completados con la actuación de Alberto Zayas, quien también se lució en el par que le correspondió. Se desmonteraron ambos. Después, Cayetano brindó con mucha verdad al Rey Emérito, y con la muleta cuajó una actuación en la que mostró mucha disposición ante un toro noble y con calidad pero que también se apagó poco a poco. Faena elegante, con clase y buen gusto, que fue ovacionada en su final, tras una estocada entera tendida.
Ante el noble primero de la tarde Enrique Ponce se pudo lucir en el recibo de capa con verónicas ganándole el terreno a un toro que embistió con calidad pero que finalmente se paró, quedándose corto en su embestida. Con él, el valenciano intentó hilar faena sobre ambos pitones, con suavidad, a media altura, enseñándole a embestir para armar una faena que nunca pudo alzar el vuelo en intensidad. Faena brindada al rey Emérito don Juan Carlos I que no pudo tener mayor lucimiento por las condiciones del de Victoriano del Río.
Bilbao, viernes 25 de agosto. 7º festejo de la Semana Grande. Toros de Victoriano del Río. Enrique Ponce, silencio y dos orejas; Cayetano, ovación con saludos y silencio; Ginés Marín, ovación con saludos. Entrada: Tres cuartos de entrada. Entre el público estuvo presente el Rey Emérito SM Juan Carlos I, la Infanta Doña Elena de Borbón, don Jaime de Marichalar y doña Victoria Federica Marichalar y Borbón. Se desmonteraron en el segundo de la tarde, los toreros de plata Iván García y Alberto Zayas que parearon con banderillas vestidas con la enseña nacional.
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