Multitudinario adiós a Dámaso González

Amigos y vecinos de Albacete coparon los alrededores de la plaza de toros para despedir al torero, cuyos restos dieron una vuelta al ruedo y fueron trasladados a hombros hasta la Catedral.




     Una gran multitud de amigos y vecinos de Albacete rodearon desde primera hora de la mañana los alrededores de la plaza de toros para despedir a Dámaso González. La fila de aficionados daba la vuelta al coso y poco a poco fueron pasando al interior de la capilla en un día cuyo clima se sumó al luto, por su aspecto nublado y gris. Del mundo del toro, uno de los primeros en llegar fue El Niño de la Capea, acompañado de su familia, también Enrique Ponce, Victoriano Valencia, Ortega Cano, López Simón, José María Manzanares, Vicente Ruiz "El Soro", El Juli, Joselito, Espartaco, Santiago López, Miguel Ángel Perera, Manuel Caballero, Pepín Liria, David Mora, Paco Ureña, David Galán, Rubén Pinar, Manuel Amador, Ángel Bernal, El Pimpi, entre otros muchos. Además de otras personalidades como el periodista Pedro Piqueras, el alcalde de Albacete Manuel Serrano; el presidente de la Diputación Provincial, Santiago Cabañero, o el secretario de Estado de Educación Marcial Marín.

     Una vez finalizada la capilla ardiente en la plaza de toros, sus restos mortales dieron una última vuelta al ruedo y fueron trasladados a hombros hasta la Catedral de San Juan de Albacete, donde tuvo lugar la misa funeral, mientras entonaban el himno de la Virgen de los Llanos en un emotivo recorrido. Por la tarde, se le dará cristiana sepultura en la intimidad.

      Dámaso González falleció en la madrugada del sábado tras una grave enfermedad contra la que estaba luchando durante los últimos meses, aunque no haya trascendido. Nacido el 11 de septiembre de 1948, pasará a la historia como uno de los grandes toreros de su época, entre los años 70 y 80, destacando su proverbial temple. El torero albaceteño se formó como novillero en las capeas de los pueblos. Tomó la alternativa en Alicante el día de San Juan de 1969, con Miguelín de padrino y Paquirri de testigo y toros de Flores Cubero. Confirmó en Madrid en 1970 von El Viti y Miguel Máquez ante toros de Francisco Galache. Se retiró en 1988 y, tras un regreso en 1992, dejó los ruedos en 1994, toreando posteriormente alguna corrida esporádica.

     Nunca dejó de estar relacionado con el mundo del toro, fue ganadero de bravo e incluso su hijo intentó seguir sus pasos. Hombre afable, siempre estará en el recuerdo de aficionados y mundo del toro. Descanse en paz.

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