PADILLA ARRASA EN CAMPO PEQUEÑO

    Sigue la racha triunfal en campo Pequeño, esta vez con un Juan José Padilla que arrasó con una muestra avasalladora de toreo total. Su primera virtud fue la manera en la que, casi instantaneamente, conecto con el público, que se le entregó sin fisuras a lo largo de toda la noche. Padilla correspondiío utilizando todas sus armas para rublicar una actuacion muy completa, en la que cumplió con creces el primer mandamiento del toreo, dominar a sus oponentes y extraerles todo lo que lleva dentro. Ya en su primero, noble y de escasa duración, armó un alboroto empleándose a fondo supliendo la falta de trasmisión del toro.

    La apoteosis se consumó frente al sexto, un astado codicioso y repetidor. De nuevo, el jerezano sacó de repertorio hasta poner a todos de acuerdo. Supo vender el pescado en adornos y desplantes, pero sin olvidarse del toreo esencial al componer una y otra vez series mandonas por ambos lados, con naturales al ralentí de mano baja y nota alta. La puerta grande se abrió por primera vez esta temporada y por ello pasó, con absolutomerecimiento, el huracán Padilla.

    Juan del Álamo tuvo, en conjunto una actuacion positiva aunque acusó el impacto del "Pirata". No quiso irse de vacio y construyo una bella faena frente al noble tercero, destacando las series templadas de derechazos, donde evidenció su buen estilo. El que cerró plaza era un manso que embestía rebrincado, al que Álamo Planteó batalla, firme y decidido, hasta sacar el máximo partido sin más opciones.

    En la parte ecuestre, el veterano Luis Rouxinol quedó casi inedito, ingresado en la enfermería aquejado de una lumbagia. Luis Rouxinol hijo, que todavía no ha tomado la alternativa, causó una grata impresión, sobre todo por su seguridad. Tanto en el cuarto como con el quinto, dibujó una brega vistosa y de buen gusto.

    Las pegas de cara fueron ejecutadas, con mucho valor, por los forcados amadores  de Aposento del Barrete vede de Alcochete.