La fiesta llora a Iván Fandiño (Especial Fandiño)(Parte 1)
El luto ha llegado una vez más a la fiesta de los toros. Iván Fandiño, el ultimo exponente de los, toreros de hierro Vizcaíno, valiente y honesto a carta cabal, artista cuando pudo y le dejaron, y luchador siempre, cayó herido de muerte el Sabado 17 de Junio tras la terrible cornada que le infirió en la localidad francesa de Aire-sur-l´Adour el toro "Provechito", numero 53, de la ganaderia Escurialense de Baltasar Ibán. Es el cuato torero que muere en los ruedos en poco más de un año. Terrible época, sin ninguna duda.
El dolor de nuevo se ha echo presente en la fiesta y tambien en la incredulidad, para demostrar con la sangre del héroe caído que esta es la fiesta más cabal y más humana. Cabal porque se pone la vida en juego, y humana porque algunas veces llega a perderse. Iván Fandiño, ese torero al que hemos visto creecer dentro de un traje de luces, ese torero al que admirábamos y al que tantas entrevistas le habíamos echo, ese torero refrexivo y serio que nunca hablaba por hablar ni toreaba por torear, ha muerto en las astas de un toro. Gloria eterna a los héroes de la literatura clásica -Jasón, Perseo, edipo, Alquiles, Ulises... todos ellos muertos de manera irónica cuando no ridícula-, la de los toreros en el ruedo siempre es una muerte digna y con todos los honores. Ivan Fandiño ya ha entrado, lamentablemte, en el olimpo de la mitología taurina. Ningún ser humano en su sano juicio quería que fuera así -y los que lo festejaron, tendrán mucho de seres pero nada de humanos-, pero así ha sido.
Otra vez, solo once meses después de la muerte de Victor Barrio, solo doce meses después de El Pana, solo trece meses despues de la de Renatto Motta, los crespones negros, y las lágrimas de los hombres que se visten por los pies, han vuelto a inundar los tendidos y los callejones. Y el dolor sin consuelo, pero nunca la desesperanza, porque en el toreo no ahi muerte inútiles. Pronto se cumplirán setenta años de la de Manolete en Linares, y dentro de otros setenta, le pese a quien le pese, se seguirá recordando este año negro y glorioso, Y tambien a estos toreros que han dado su vida haciendo aquello que más les gustaba. Yiyo dijo -o dicen que dijo, que no es lo mismo- "mejor morir en una plaza de toros que en la M30". Y tenia razón: mejor la gloria eterna que el eterno olvido.
El 17 de Junio estaban anunciados en Aire-Sur-l´Adour, para liadiar una corrida de Baltasar Ibán, Iván Fandiño, Thomas Dufan y Juan del Álamo. Los toros de Iban eran serios tenían trapío, pero estaban entipados y con una presentación correcta para este coso, una plaza bastante grande en una localidad relativamente pequeña. Én su conjunto -explica Rui Bento Vasques, apoderado de Juan del Alamo- salió interesante, brava, encastada y buena. nos gustaron tanto todos los toros, que incluso dudamos cuál dejar como sobrero. El lote de Fandiño fue bueno, y a él le vi en su primer toro, el único que pudo liadiar, muy comprometido con su sentido técnico y con su concepto del toreo. Le había dolido que le dejaran fuera de las ferias de Dax y bayona, y se le notaba el compromiso".
"En el patio de cuadrillas nos saludamos -Continua Rui Bento-, y le noté muy afectuoso. Me dio la enhorabuena por el éxito de Juan en Madrid, y me dijo que se alegraba por el torero y por mí. Juan me ha contado que durante el tercio de varas del toro de Dufau hablaron, y que también a él felicitó y le comentó la alegría que debía sentir por salir a hombros de la plaza de Madrid. Le dijo que se alegraba mucho por los dos".
El primer toro de Fandiño fue bueno y le toreó bien. Se ve que anduvo sobre las dos manos aunque el toro, el castaño y cincueño "Camarito" nº 25, el último que estoqueó en su vida, embestía sin humillar del todo. La estocada fue buena y obtuvo una oreja. La ultima de las 548 que cortó como matador de toros a lo largo de su carrera, desde que tomó la alternativa en Bilbao en 2005. Tras lidiar Dufau el segundo, un toro con movilidad y bueno por el lado derecho, saltó a la arena "Provechito", el de la desgracia. Del Álamo le toreó bien con el capote, y tras el segundo puyazo Fandiño fue a hacer un quite por chicuelinas. Se centró con el toro, que en algun momento se distrajo, pero que se arrancó alegre. La primera chicuelina fue buena, y en la segunda "Provechito" no obedeció al toque y se venció completamente hacia el cuerpo del torero, arrollándole, levantandole los pies y desplazandole varios metro. Ahí no le hirio -el capote, que estaba por delante, le protegió-, pero el toro buscó en la arena al torero.En su carrera no hizo caso de un banderillero, prendió violentamente con el pitón derecho a Fandiño por el costado, propinándole "Una cornada de 15 cms, en el hemitóras derecho que provocó destrozos arteriales, en la vena caba, higado, pulmón y riñón derechos", segun el parte medico.
D.E.P
El dolor de nuevo se ha echo presente en la fiesta y tambien en la incredulidad, para demostrar con la sangre del héroe caído que esta es la fiesta más cabal y más humana. Cabal porque se pone la vida en juego, y humana porque algunas veces llega a perderse. Iván Fandiño, ese torero al que hemos visto creecer dentro de un traje de luces, ese torero al que admirábamos y al que tantas entrevistas le habíamos echo, ese torero refrexivo y serio que nunca hablaba por hablar ni toreaba por torear, ha muerto en las astas de un toro. Gloria eterna a los héroes de la literatura clásica -Jasón, Perseo, edipo, Alquiles, Ulises... todos ellos muertos de manera irónica cuando no ridícula-, la de los toreros en el ruedo siempre es una muerte digna y con todos los honores. Ivan Fandiño ya ha entrado, lamentablemte, en el olimpo de la mitología taurina. Ningún ser humano en su sano juicio quería que fuera así -y los que lo festejaron, tendrán mucho de seres pero nada de humanos-, pero así ha sido.
Otra vez, solo once meses después de la muerte de Victor Barrio, solo doce meses después de El Pana, solo trece meses despues de la de Renatto Motta, los crespones negros, y las lágrimas de los hombres que se visten por los pies, han vuelto a inundar los tendidos y los callejones. Y el dolor sin consuelo, pero nunca la desesperanza, porque en el toreo no ahi muerte inútiles. Pronto se cumplirán setenta años de la de Manolete en Linares, y dentro de otros setenta, le pese a quien le pese, se seguirá recordando este año negro y glorioso, Y tambien a estos toreros que han dado su vida haciendo aquello que más les gustaba. Yiyo dijo -o dicen que dijo, que no es lo mismo- "mejor morir en una plaza de toros que en la M30". Y tenia razón: mejor la gloria eterna que el eterno olvido.
El 17 de Junio estaban anunciados en Aire-Sur-l´Adour, para liadiar una corrida de Baltasar Ibán, Iván Fandiño, Thomas Dufan y Juan del Álamo. Los toros de Iban eran serios tenían trapío, pero estaban entipados y con una presentación correcta para este coso, una plaza bastante grande en una localidad relativamente pequeña. Én su conjunto -explica Rui Bento Vasques, apoderado de Juan del Alamo- salió interesante, brava, encastada y buena. nos gustaron tanto todos los toros, que incluso dudamos cuál dejar como sobrero. El lote de Fandiño fue bueno, y a él le vi en su primer toro, el único que pudo liadiar, muy comprometido con su sentido técnico y con su concepto del toreo. Le había dolido que le dejaran fuera de las ferias de Dax y bayona, y se le notaba el compromiso".
"En el patio de cuadrillas nos saludamos -Continua Rui Bento-, y le noté muy afectuoso. Me dio la enhorabuena por el éxito de Juan en Madrid, y me dijo que se alegraba por el torero y por mí. Juan me ha contado que durante el tercio de varas del toro de Dufau hablaron, y que también a él felicitó y le comentó la alegría que debía sentir por salir a hombros de la plaza de Madrid. Le dijo que se alegraba mucho por los dos".
El primer toro de Fandiño fue bueno y le toreó bien. Se ve que anduvo sobre las dos manos aunque el toro, el castaño y cincueño "Camarito" nº 25, el último que estoqueó en su vida, embestía sin humillar del todo. La estocada fue buena y obtuvo una oreja. La ultima de las 548 que cortó como matador de toros a lo largo de su carrera, desde que tomó la alternativa en Bilbao en 2005. Tras lidiar Dufau el segundo, un toro con movilidad y bueno por el lado derecho, saltó a la arena "Provechito", el de la desgracia. Del Álamo le toreó bien con el capote, y tras el segundo puyazo Fandiño fue a hacer un quite por chicuelinas. Se centró con el toro, que en algun momento se distrajo, pero que se arrancó alegre. La primera chicuelina fue buena, y en la segunda "Provechito" no obedeció al toque y se venció completamente hacia el cuerpo del torero, arrollándole, levantandole los pies y desplazandole varios metro. Ahí no le hirio -el capote, que estaba por delante, le protegió-, pero el toro buscó en la arena al torero.En su carrera no hizo caso de un banderillero, prendió violentamente con el pitón derecho a Fandiño por el costado, propinándole "Una cornada de 15 cms, en el hemitóras derecho que provocó destrozos arteriales, en la vena caba, higado, pulmón y riñón derechos", segun el parte medico.
Rápidamente le recogieron de la arena y le trasladaron a la enfermería, no sin problemas, porque el callejon de la plaza de Aire-sur-l`Adour es de una tremenda estrechez. Fueron muy diligentes las asistencias, y aunque no había sangre, los gestos de dolor de Iván eran muy elocuentes. "Vi cómo se quejaba -dice Rui Bento., lo que no era muy habitual en Fandiño, Porque era un torero y un hombre duro. Se quejaba más de lo habitual. Ese mismo toro, en el tercer par de banderillas cogió a nuestro banderillero Pedro Vicente Roldán, le persuió pero no me dio la sensación de que llevase una cornada. Al finalizar Juan la lidia del toro fui a la enfermería, estuve con Pedro y vi a Fandiño quejarse mucho. Noté a los médicos asustados, esa es la verdad. Les pregunté cómo estaba, y me dijeron que la cornada era muy fuerte y que iban a trasladarle a Mont-de-Marsan. Y volví a salir al callejon. Vi el cuarto toro, Segundo de Fandiño, que lidió Dufau y que fue un gran toro. Cuando Juan toreó el quinto regresé a la enfermería, y me contaron que había dicho que le dolía mucho y había pedido que le durmieran. Todo el mundo allí era consicente de la gravedad de la cornada, pero no pensaban que pudiera pasar lo que finalmente pasó. Hable en francés con el médico y me volvió a decir que la cornada era muy fuerte y muy grave. La verdad que en la enfermería había mucho nerviosismo".
En el traslado del torero desde Aire-sur I´Adour al hospital de Mont-de-Marsan, Fandiño sufrió dos paradas cardiacas. Estabilizado de la primera, de la segunda murió en la ambulancia. Iván se desangró a consecuencia del intenso derrame interno. Nadie habla de mala praxis, y todo el mundo está de acuerdo en que la cornada era mortal de necesidad, por la zona y por la profundidad de la herida, pero llama la atención que el torero estuviera cincuenta minutos en la enfermería sin que se le atendiera, antes de emprender el traslado al hospital.
Y continúa Rui Bento su relato: "Tras salir de la plaza, y antes de ir nosotros al hospital, llamé por telefono a Néstor, pero no me lo cogió. Y entonces me entró desde España una llamada de Alejandro daSilva, que me pregunto: "¿Es verdad? los portales han dado la noticia de la muerte de Fandiño", llamé a Jarocho, banderillero de Iván, que descolgó el telefono pero no habló. Y recibí más llamadas, entre otras de Simón Casas, que me dijo que transmitiera a Néstor que estaba a su disposición para lo que necesitaran, sobre aspectos legales o lo que fuera. en el hospital vi a la cuadrilla, y en una salita a Néstor, metido en su pensamientos. Nos abrazamos y me dijo: "es muy duro, pero ha muerto haciendo lo que más le gustaba, que es torear". Ya no había más palabras".
Iván Fandiño es el segundo torero que muere en una plaza Francesa, aunque los percances de Julio Robles y Nimeño II también tuvieron lugar en ruedos galos. El primero fue el Vallecano Agustín García malla, que murió en Lunel en 1920. Fandiño llevaba puesto el mismo vestido color caldero y oro que lució en Madrid la tarde que salió por la puerta grande de Las Ventas. Su última salida a hombros había sido el día 3 de Junio en Riobamba (Ecuador), lidiando toros de Campo Bravo, la ganadería de su suegro.
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