Oreja a la torería de José Garrido con buena corrida de Torrestrella en Sevilla (Feria de Abril)

Interesante juego del encierro de Álvaro Domecq, de seria presentación y con cuatro toros notables.




    José Garrido estuvo muy bien mientras duró el primero, que fue muy poco. El extremeño se fue a portagayola y lo cuajó con el capote en sensacionales verónicas, ganando terreno hasta rematar en los mismos medios con una gran media. Tras el segundo puyazo, el toro se acobardó y se paró por completo, impidiendo a Garrido ligar faena alguna. Le pesaron sus casi 600 kilos.
    Garrido paseó un trofeo incontestable del cuarto, un toro bueno de Torrestrella. Lo cuajó el extremeño a la verónica -¡vaya tarde con el capote la suya!- y empezó de rodillas una faena de muleta en la que pronto se llevó al toro a los medios. El ejemplar de Álvaro Domecq fue noble, repetidor, descolgando la cara; y ante él Garrido sacó a relucir su toreo natural, templado, sin aspavientos pero de mucha profundidad. Labor torerísima por los dos pitones, rematada de una buena estocada. Oreja sin discusicón y ovación fuerte en el arrasstre al toro.
    El que hizo segundo de Torrestrella fue un buen toro, con transmisión y cierta dosis de nobleza. Álvaro Lorenzo hilvanó buenos muletazos dentro de una labor con altibajos y en la que pecó de torear en los terrenos de adentro y no sacarlo hacia afuera. Llegó a sonar la música para el toledano en su presentación como matador en la Maestranza, que anduvo mal con la espada.
    Se dejó el quinto, pero no se acopló con él Álvaro Lorenzo. El toledano realizó una faena larga, estructurada en los medios, que contó con muletazos sueltos interesantes y con cierta profundidad, pero a la faena en su conjunto le faltó argumento. La espada volvió a caerle baja. Silencio tras aviso.
    Ginés Marín fue silenciado con el que hizo tercero, un toro interesante frente al que el jerezano hilvanó una faena en los medios que navegó entre mares de brillantez y otros menos lucidos. Más voluntad que acierto en la labor de Ginés Marín ante un toro manejable. Lo mejor de su actuación fue la sensacional estocada con la que pasaportó a su oponente.
    A portagayola se fue Marín a recibir al sexto. Empezó bien en los medios, con el toro moviéndose y logrando alguna tanda de mejor acople, pero el animal duró poco. Quiso moverse y desarrollar, pero le faltó fondo. Se vino abajo el de Torrestrella, como la faena. Pinchazo, estocada y silencio.
    Sevilla, miércoles 26 de abril de 2017. Toros de Torrestrella. Bien presentados, serios y de buen juego en líneas generales. Destacó especialmente el 4º, ovacionado con fuerza en el arrastre. Los de menos opciones, 1º y 6º. José Garrido, silencio y oreja; Álvaro Lorenzo, silencio tras aviso en ambos; Ginés Marín, silencio en su lote. Entrada: Más de media plaza. Antes de romperse el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria de Palomo Linares, fallecido el pasado lunes.




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