Manuel Escribano (Entrevista)

"La experiencia es siempre un grado y a mi me salvó la vida ese grado"

 El de Gerena ha vivido un año difícil, una vez más al filo de la navaja tras la cogida en Belmonte y las circunstancias que rodearon aquella tarde. Con la mente puesta en hacer borrón y cuenta nueva

 "La experiencia es siempre un grado y a mi me salvó la vida ese grado" 

     Manuel, treinta y seis festejos en 2017 y veintisiete en 2018, ¿en términos generales, que tal ha ido la temporada? ¿Cuáles han sido las tardes destacadas?

     La verdad es que ha sido un año complicado precisamente por eso, porque ha habido pocas tardes que destacar. Ha habido triunfos pero es la primera vez que me pasa que los toros embisten tan poco. Ha sido la tónica de la temporada, toros insulsos, sin decir nada, carentes de fondo. Te podría destacar la tarde de Victorino en Bilbao donde me salió un toro difícil, complicado, con el que me jugué la vida, una corrida de Alcurrucén muy buena en Fuenlabrada donde pude cuajar los dos toros y un toro de El Pilar que toreé muy bien en Mayorga.  

     Este año los sorteos han ido un poco a la contra en tardes de responsabilidad.

     Sí, ha sido un año nefasto en ese sentido, como te decía es la primera vez en mi carrera que me sucede que los toros no embistan.

     El esfuerzo diario y la responsabilidad por parte de Manuel Escribano, demuestra que es muy difícil llegar, ¿pero mantenerse es mucho más duro?

     Son etapas de la vida y esta parte la tienes que ir superando. No lo sé, todo el mundo dice que es más difícil mantenerse pero cuando tienes opciones de madurar, aprender y torear es positivo. Hasta esa fase tienes que tirar mucho de orgullo, amor propio, afición y amor a lo que haces para poder llegar. Una vez que estás arriba entran en juego muchas circunstancias a favor y en contra que marcan el devenir de tu carrera además de tu esfuerzo y trabajo diario que son imprescindibles para avanzar.

     Y siempre dentro del mismo guion, porta gayolas, banderillas, toreo de verdad...

      Siempre dentro de mi personalidad y de mi tauromaquia. Siempre que se puede y lo veo con claridad lo intento llevar a cabo. Y ese toreo de verdad es el que intento llevar a cabo, toreo en largo, toreo por bajo, etc. 

     ¿Y ante cualquier tipo de toro y de ganadería?

     Muchas veces toca hacer tu toreo en función del toro que tienes delante y luego hay animales que te permiten lucir más o menos. Es así y es lo que tienes que intentar llevar a cabo.

     ¿Se saborean más los triunfos cuando uno lucha tanto por un camino a seguir?
 
     Se disfrutan todos, cuando triunfas te olvidas de dónde vienes, qué has tenido que hacer y cuánto has trabajado para obtenerlo. Lo generas estando abajo, en medio o arriba, hayamos estado más o menos acertados. Cuando luego lo piensas en frío es gratificante saber que has trabajado muchísimo para alcanzarlo. La verdad es que todos los triunfos no sirven.  


 


     Y que bien suena cuando uno de esos triunfos en esta pasada temporada ha sido el mejor toreo de capote en la Real Maestranza de Sevilla

     Fue una de esas tardes en las que tuve poca suerte. Dos toros de Victorino, muy mal sin opciones a nada aunque el segundo tenía una calidad increíble, de haberlo toreado hubiera sido un lío gordo. Por lo menos me dejaron torearlos en el capote. Fue muy bonito y emocionante porque casi me echa la mano en el chiquero, se emocionó el público y ha sido sin duda de los momentos más gratificantes de la temporada. 

     Lo de Belmonte, con ese percance tan serio y sobre todo las circunstancias y los momentos tan duros que allí se vivieron, son cosas que se deben erradicar de la fiesta, ¿verdad Manuel?

     Gracias a Dios no hubo afectado nada de gran seriedad que hubiese sido imparable. Las circunstancias de la enfermería y el equipo médico no eran las mejores para contener una cornada como aquella. Nos asustamos mucho porque sangraba abundantemente pero sí es verdad que luego todo se ha normalizado y se hizo un trabajo porque si no... Es una pena tener que hablar así de un médico pero hay que tener gente cualificada y acostumbrada a tratar las heridas que te provoca un toro. Fueron momentos muy desagradables, un sufrimiento innecesario porque posteriormente tuvieron que deshacer todo en el hospital de Albacete. Es para asustarte...

     Pero qué importante fue la decisión que se tomó en un momento crítico.

     Una vez parada la hemorragia mi vida ya no corría peligro pero si te cierran una herida así de ese modo, tan mal cosida, con tanta suciedad, con un drenaje dentro, la infección te puede hacer un destrozo grande. A Dios gracias mi gente tomó la decisión de irnos a Albacete y se solucionó todo.

     Y es que estar rodeado de grandes profesionales y en ésta ocasión de Raúl Gracia, "El Tato", es fundamental.

     Para un matador de toros es fundamental tener a su lado gente profesional, buena, que mira por ti. Ese fue mi caso, la experiencia es siempre un grado y a mi me salvó la vida ese grado.

     Tras anunciar tu ruptura con "El Tato", y pese a los rumores, ¿has cerrado a un nuevo apoderado?

     Para nada, ha salido algún nombre pero no es cierto. De momento no he hecho nada sobre ese tema, ni he cerrado nada ni me he reunido con nadie prácticamente. De momento estoy sin apoderado.

     El año 2016 y "Cobradiezmos" forman parte de la historia del toreo, pero imagino que en tu caso el rincón que ocupan es constante.
Forma parte de mi vida y de mi trayectoria, forma parte de la historia del toreo. Entre las cosas que me llevaré a la tumba está el haberme sentido realizado como torero, me acuerdo de él todos los días.

  

     Y también en ese 2016 viviste la cara dura del toreo, los percances, porque  los toros cogen cuando uno se pone en el sitio, ¿pero está siendo duro el camino Manuel?

     Fue una faena, después del indulto de Sevilla  y de todo lo que viví esa tarde al mes y medio recibí la cornada del toro de Adolfo Martín en Alicante lo que me paró en seco en un momento de trayectoria ascendente con una proyección increíble. Pero así es este mundo, por suerte o por desgracia lo he vivido ya dos veces en mi cuerpo, dos situaciones similares, son cornadas que acaban con los toreros, que podrían haber acabado con mi vida. Ha sido muy duro, una recuperación complicada y todavía a día de hoy estoy luchando y trabajando contra ella, pero no dejan de ser cosas que hay que ir superando a lo largo de la vida de un matador de toros.   

     ¿Y en este caso, es evidente que el valor no se va por las cornadas?

     El valor para que no se vaya hay que trabajarlo, son cornadas que te marcan y te quitan mucho tiempo de estar delante de la cara del toro, cornadas que te dejan grandes secuelas. Me han afectado pero entre comillas, por ejemplo con la espada no he llegado aún a estar bien, por eso te digo que aparte de superar lo físico luego hay que superar muchas cosas más.

     ¿Después de tu resurrección de 2013 y del triunfo de 2016 en Sevilla, crees que el lugar que ocupas es el que te mereces?

     Uno siempre quiere mucho más, meterte en todos los sitios. Los toreros nunca estamos contentos con lo que tenemos lo que te hace seguir dándole caña, creciendo, no dejándote llevar por nada ni por nadie. Siempre hay que luchar por intentar ocupar un lugar mejor.

     Quedan muchos sueños por cumplir Manuel, y en 2019 habrá que seguir con la conquista.

     Hay muchos sueños que cumplir y metas que alcanzar, aquellas plazas que uno no ha podido conquistar y una de ellos es Madrid, donde solamente he podido cortar una oreja. No he tenido tampoco muchas opciones de torear ni suerte con los toros. Lucho a diario por alcanzar ese sueño, que me salga ese toro que me permita triunfar en Las Ventas. 

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