Álvaro García, silencio en el quinto
Primera de la feria de la comunidad. El quinto también evidenció mansedumbre. Ya barbeó tablas de salida, derribó en un arreón al picador que hacía puerta, y esperó y apretó para dentro en banderillas. Luego en la muleta se defendió cuando Álvaro García trató de meterse con el, hasta acabar acobardado en tablas. Lo mejor del torero de Sanse fue de nuevo la habilidad con la que manejó el acero. Muy serio el cuarto, al que faltaban horas para cumplir los cuatro años. Deambuló abanto, sin fijeza, con tendencia a apretar (y a arrollar) para dentro en los primeros tercios de la lidia. Le dieron fuerte en varas y perdió poder. A la muleta llegó parado y con nula entrega, saliendo siempre desentendido, y queriéndose quitar el trapo de la cara. Salguero no tuvo opción alguna. El tercero fue un novillo largo, con más alzada, que ni tuvo un comportamiento esperanzador en los primeros tercios, porque suspendió en varas y esperó en banderillas. Lo en...